El maratonista keniata Eliud Kipchoge, campeón olímpico en esa disciplina en los Juegos de Río 2016 y en Tokio 2021, se mostró sorprendido y asustado por las amenazas recibidas por parte de usuarios de las redes sociales después de haber sido vinculado con la muerte de su compatriota y colega Kelvin Kiptum, fallecido el 11 de febrero a los 24 años de edad como consecuencia de un accidente de tránsito.
"Estoy realmente conmovido al leer que algunos me vinculan con su muerte", afirmó Kipchoge, de 39 años y campeón mundial en los 5 mil metros en París en 2003, al aludir al quienes le atribuyen alguna responsabilidad en el deceso de Kiptum, poseedor del récord mundial en la maratón, por considerar que él formó parte de una supuesta conspiración para asesinarlo En diálogo con BBC Sport Africa, Kipchoge destacó que debido a esa falsa acusación es víctima de "amenazas de todo tipo" y dijo que por ese motivo se siente aterrorizado no tanto por él, sino por su familia: "Tengo terror realmente de que mis hijos vayan a la escuela y no regresen. Ni siquiera pueden salir a andar en bicicleta porque no sabemos qué podría sucederles", explicó.
Kipchoge destacó también que al daño que sufren sus hijos por esta situación se agrega el daño psicológico: "Es difícil para ellos escuchar decir: Tu padre asesinó a una persona".
A diferencia de las precauciones que debió adoptar para intentar garantizar la seguridad y la integridad de su familia, el atleta afirmó que en lo personal no tomó precauciones de ningún tipo: "No veo por qué debería cambiar mi lugar habitual de entrenamientos".
"Vivo al sol porque mi deporte no se practica en un gimnasio. Se trata de salir a correr", explicó al afirmar: "Camino libremente por las calles", aún cuando reconoció que la situación que atraviesa le generó problemas a nivel deportivo y también personal.
"Desde que me vincularon con el accidente de Kiptum y tras los insultos y amenazas que recibí en las redes sociales, perdí a casi el 90 por ciento de mis amigos. Es doloroso saber que algunas acusaciones fueron efectuadas por gente de mi entorno, por compañeros de entrenamiento", relató.
En lo que hace a su carrera profesional, Kipchoge consideró que el caso influyó en sus actuaciones, como lo reflejó su décimo puesto en la Maratón que se celebró en Tokio el 3 de marzo y que representó su peor perfomance desde que debutó en esta disciplina en 2013.
"Cuando estaba en Tokio, no logré dormir durante tres días", explicó el atleta, que fue incluido en el equipo olímpico keniata que participará en los Juegos de París este año, en los que intentará cosechar pese a todo la tercera medalla de oro consecutiva porque -confesó- "quiero ser el primero en lograrlo para quedar en los libros de historia".
Kiptum, cuyo fallecimiento fue considerado una tragedia nacional, murió al estrellarse el vehículo que conducía contra un árbol tras caer en una zanja de 60 metros en la carretera B-54 entre Eldoret y Kaptagat la noche del 11 de febrero.
Junto con él viajaba su entrenador el ruandés Gervais Hakizimana, quien falleció pocos minutos después del accidente en el que la otra ocupante del vehículo logró salvar su vida.
Por tratarse de un atleta keniata emergente que podía amenazar el reinado de Kipchoge, algunos especularon con la posibilidad de que este último estuviese involucrado con esa tragedia, que él mismo consideró como "la peor noticia que recibí en mi vida".
Sobre la pesadilla que debió atravesar como consecuencia de esas acusaciones, Kipchoge destacó que las amenazas fueron desde "quemar mi campo de entrenamiento, hasta mi casa y a mi familia" y que su propia madre padeció por esa situación.
"Mi madre es una persona mayor, pero incluso ella se enteró de lo que sucedía por las redes sociales", afirmó, al destacar también que fue ella quien "me dio la fuerza y el valor para seguir adelante" en los momentos en los que se sentía realmente deprimido.
El maratonista apuntó a la responsabilidad de las empresas que manejan las redes sociales al afirmar que "no hicieron gran cosa al respecto" para castigar los abusos en las plataformas de "aquellos que desde el anonimato acusan sin razón y son personas realmente peligrosas. Deberían actuar más rápido y eliminar esas cuentas".
"Lo que me sucedió me llevó a no confiar en nadie, ni siquiera en mi propia sombra", resumió al augurar que la iniciativa impulsada por el Comité Olímpico Internacional (COI), de apelar a la inteligencia artificial para identificar a quienes cometen abusos en las redes sociales, sirva para proteger a los atletas para que ninguno tenga que pasar por la situación que a él le tocó vivir.
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