(ANSA) - Cerdeña celebrará, del 4 al 11 de abril, medio milenio de historia en los ritos de la Semana Santa en las Iglesias.
A partir del 4 de abril, tradición y religión se unen para invitar a centenares de personas a conocer 5 siglos de historia, con particular énfasis en las procesiones de la Cofradía de la Vergine della Pietà del Santo Monte, la más antigua de la isla.
Son cuatro: Misteri (martes), Addolorata (jueves), Monte y Descenso (viernes por la mañana y viernes por la noche). Pero también están las tradicionales ceremonias de Semana Santa con "Su incontru" y "S'inserru".
Comenzará el martes 4 con la Procesión de los Misterios, abierta por el crucero de la Archicofradía de Monte Santo. En la Catedral y en la Iglesia de San Francisco están previstos dos momentos de descanso y reflexión con sermón antes de comenzar con el antiguo itinerario por el centro histórico.
El Jueves Santo, el 6 de abril, será el turno de la Procesión de Nuestra Señora de los Dolores. Además de alfombras, flores y velas, la decoración incluye "Su Nenniri": jarrones en los que se siembra trigo y lentejas al comienzo de la Cuaresma.
El Viernes Santo, el 7 de abril, será la cita con la Procesión de la Montaña, en el barrio alto de "Sa Costera”.
Y luego, por la tarde, la Procesión del Descenso. A primera hora de la tarde, pasadas las tres, se repite la práctica de "Su Scravamentu" en el oratorio del Santo Monte.
Allí, los Obrieri del Descenso desenganchan el crucifijo del siglo XVII de la cruz y lo colocan en "Sa latera", la litera. Dos grandes estandartes, "Is Vessillas", preceden al "San Giovanni e la Maddalena", ataviado con ropaje oriental y adornado con joyas de oro.
El Sábado Santo, 8 de abril, está previsto el Su Incontru. En esta ocasión, los fieles ofrecen "su coccoi de Pasca", un pan típico de la tradición local.
El martes después de Pascua, tras la Misa Capitular en la catedral, se celebra la procesión de "S'Inserru".
A esto se suma una semana de pequeños rituales y costumbres en casas particulares.
Es tradición, el Jueves Santo, en señal de penitencia, cocinar y dar a los pobres un plato a base de habas y cerdo, con hierbas frescas. El sábado, en cambio, al son del Gloria, se golpean los objetos con un bastón, para ahuyentar los malos espíritus.
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