(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 25 APR - El Papa Francisco
subrayó hoy que la paz llega cuando se decide perdonar, al
recibir en el Vaticano a un grupo de peregrinos llegados desde
Hungría.
"No olvidemos, hermanos y hermanas, que la realización de
este gran don comienza en el corazón de cada uno de nosotros;
comienza frente a la puerta de mi casa cuando, antes de salir,
decido si quiero vivir ese día como hombre o mujer de paz, es
decir, vivir en paz con los demás", dijo el Papa.
La paz nace cuando decido perdonar, aunque sea difícil, y
esto llena mi corazón de alegría", subrayó.
El Pontífice habló también de la acogida: "No olviden esto:
el estilo de Dios es la ternura, la cercanía y la compasión" y
al hablar de los mártires del país, lanzó un llamamiento: "que
estos ejemplos los impulsen a tener las mismas actitudes hacia
aquellos que están confiados a su cuidado".
Francisco agradeció a los peregrinos húngaros que tengan "un
corazón abierto hacia los refugiados ucranianos que abandonaron
su país a causa de la guerra. Y aprecio también sus esfuerzos
para integrar a quienes viven en las periferias de la sociedad".
En otro mensaje de hoy, el Papa invitó a redescubrir el
significado y el valor de los abrazos. Fue en el discurso
pronunciado ante la Acción Católica en la plaza de San Pedro con
motivo del encuentro sobre el tema "Con los brazos abiertos".
"El impulso que hoy expresan de forma tan festiva no siempre
es bien recibido en nuestro mundo: a veces encuentra cierres y
resistencias, por lo que los brazos, dijo, se vuelven rígidos y
las manos se aprietan amenazadoramente, sin convertirse en
vehículos de fraternidad, sino de rechazo y oposición, incluso
violenta, de desconfianza hacia los demás, cercanos y lejanos,
hasta el punto de conducir al conflicto, lo cual es muy
peligroso".
"Sí, en el origen de las guerras hay a menudo abrazos
perdidos o rechazados, seguidos de prejuicios, incomprensiones y
sospechas, hasta el punto de ver al otro como un enemigo. Y
desgraciadamente, hoy en día, todo esto está ante nuestros ojos
en demasiadas partes del mundo", prosiguió el Papa.
"Sin embargo, añadió, con su presencia y su trabajo pueden
testimoniar a todos que abrazar es un modo de vida. Un abrazo
puede cambiar vidas, mostrar nuevos caminos de esperanza".
Finalmente, el Pontífice habló del camino sinodal en el que
está comprometida toda la Iglesia católica: "Los invito a ser
'atletas y abanderados de la sinodalidad', en las diócesis y
parroquias de las que forman parte, para una plena
implementación del camino hasta hoy", concluyó dirigiéndose a
los miembros de la Acción Católica presentes en la Plaza de San
Pedro. (ANSA).
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La paz nace de saber perdonar
Recibe a peregrinos húngaros y jóvenes de la Acción Católica.