Vaticano

"Que Palestina e Israel sean dos Estados"

"En la guerra solo gana el que vende armas".

Redazione Ansa

El Papa Francisco reafirmó hoy al término de la audiencia general de los miércoles que "la guerra es siempre una derrota, en la que quienes ganan son los fabricantes de armas. Por favor, oremos por la paz".
    "Oremos por la martirizada Ucrania, que sufre tanto, tanto, los soldados jóvenes van a morir, oremos. Y oremos también por Medio Oriente, por Gaza, se sufre tanto allí en la guerra. Por la paz entre Palestina e Israel: que sean dos estados, libres y con buenas relaciones, oremos por la paz".
    Durante su audiencia, Francisco dedicó la catequesis a la tres virtudes teologales, fe, esperanza y caridad.
    El Papa recordó que "los escritores cristianos pronto llamaron a esas virtudes 'teológicas', en cuanto que son recibidas y vividas en la relación con Dios, para diferenciarlas de otras llamadas 'cardinales', porque constituyen el 'eje' de una buena vida".
    "Lo uno y lo otro, combinados en numerosas reflexiones sistemáticas, han compuesto así un maravilloso septenario, que a menudo se contrasta con la lista de los siete pecados capitales", comentó.
    "Mientras el riesgo de las virtudes cardinales es el de generar hombres y mujeres heroicos en hacer el bien, pero solos, aislados, el gran don de las virtudes teologales es la existencia vivida en el Espíritu Santo, subrayó. El cristiano no está nunca solo. Hace el bien no mediante un esfuerzo titánico de compromiso personal, sino porque, como humilde discípulo, camina detrás del Maestro Jesús".
    "Las virtudes teologales son el gran antídoto contra la autosuficiencia - repitió Francisco. ¡Cuántas veces ciertos hombres y mujeres moralmente impecables corren el riesgo de convertirse, a los ojos de quienes los conocen, en presuntuosos y arrogantes! Es un peligro sobre el cual nos advierte el Evangelio".
    "Una persona puede haber realizado una montaña de obras de caridad, puede haber recibido reconocimiento y elogios, pero si hizo todo esto solo para sí mismo, para exaltarse, ¿puede todavía ser considerado una persona virtuosa?", se preguntó.
    Según el Pontífice, "el bien no es solo un fin, sino también un camino. El bien necesita mucha discreción, mucha bondad.
    Sobre todo, el bien necesita despojarse de esa presencia a veces demasiado pesada que es nuestro yo".
    "Si cada acción que realizamos en la vida la hacemos solo para nosotros mismos, ¿es realmente tan importante esta motivación?", agregó Para el Papa, "para corregir todas estas situaciones, que a veces se vuelven dolorosas, las virtudes teologales son de gran ayuda. Lo son especialmente en los momentos de caída, porque incluso quien tiene buenas intenciones morales a veces cae", explicó.
    "Así como quien practica diariamente la virtud a veces comete errores, la inteligencia no siempre es clara, la voluntad no siempre es firme, las pasiones no siempre son gobernadas, el coraje no siempre vence al miedo", destacó..
    "Pero si abrimos nuestro corazón al Espíritu Santo, Él reaviva en nosotros las virtudes teologales. Entonces, si hemos perdido la confianza, Dios nos abre de nuevo a la fe; si estamos desanimados, Dios despierta en nosotros la esperanza; cuando nuestro corazón se endurece, Dios lo ablanda con su amor", concluyó. (ANSA).
   

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