(ANSA) - MOSCU, 24 APR - Se trata de un escándalo de
contornos oscuros que sacude actualmente a las fuerzas armadas
rusas en medio del conflicto en Ucrania, con Moscú enfrascado en
un desafío crucial con el bando occidental.
Un tribunal de la capital confirmó la detención del
viceministro de Defensa, Timur Ivanov, responsable de la
construcción y mantenimiento de instalaciones militares.
La acusación de haber recibido un soborno parece, en
definitiva, ligera en un entorno en el que la corrupción, según
informes de la oposición, está muy extendida. Por tanto, es
normal que alguien plantee dudas sobre los verdaderos motivos de
tal iniciativa en un momento tan delicado, hasta el punto de
hablar incluso de una acusación de traición.
El sitio de investigación Vazhnye Istorii ('Historias
importantes') afirmó haber sabido por dos fuentes de los
servicios de inteligencia internos del FSB que la versión de la
corrupción fue creada "sólo para la opinión pública".
"Nadie lo habría detenido por esto", afirmó una de las
fuentes, según la cual las verdaderas implicaciones del asunto
eran "conocidas desde hacía mucho tiempo" en el Kremlin.
En resumen, Ivanov sería sospechoso de traición, pero las
autoridades habrían preferido no hacerlo saber para no correr el
riesgo de dañar su imagen con consecuencias impredecibles.
El abogado del viceministro, Murad Musayev, lo negó
rotundamente y el portavoz del Kremlin habló de puras
"especulación".
"Hay muchas opiniones diferentes sobre este asunto, pero,
por supuesto, tenemos que confiar en la información de las
autoridades investigadoras y, en última instancia, en la
decisión de los jueces", fue la invitación de Dmitry Peskov.
La Corte del distrito de Basmanny, que confirmó el arresto
de Ivanov y su amigo empresario, Serghei Borodin, ordenó que los
dos permanezcan en prisión preventiva hasta al menos el 23 de
junio.
El viceministro ya fue trasladado a la prisión de Lefortovo.
Por el cargo de corrupción, Ivanov, que compareció ante el
tribunal vistiendo su uniforme militar y proclamando su
inocencia, corre el riesgo de ser condenado a hasta 15 años de
prisión.
El abogado Musayev, al anunciar que recurrirá para pedir su
liberación, afirmó que no estamos hablando de dinero, sino de
trabajos gratuitos realizados por empresas constructoras en las
propiedades inmobiliarias del viceministro a cambio de favores.
Ivanov, que tiene 48 años y ocupa el cargo desde 2016, fue
cuestionado, entre otras cosas, en 2022 en una investigación de
la fundación anticorrupción del opositor Alexei Navalny.
Sobre el frente del conflicto ucraniano se registró, en
tanto, una importante novedad. Por primera vez en más de dos
años una delegación rusa y una ucraniana mantuvieron un
encuentro cara a cara en Qatar, donde acordaron el intercambio
de 48 niños, 29 de ellos volverán a Ucrania y 19 a Rusia. Así lo
anunció Maria Llova-Belova, la comisaria rusa para los derechos
de la infancia.
Moscú siempre rechazó las acusaciones de haber deportado a
menores ucranianos contra los deseos de los familiares, una
acusación que le costó a la misma Llova-Belova y al presidente,
Vladimir Putin, una orden de arresto de la Corte Penal
Internacional.
El sitio de la oposición Meduza, en tanto, denunció que el
Patriarca Kirill, jefe de la Iglesia ortodoxa rusa y partidario
de las políticas de Putin, impuso una suspensión de tres años a
un sacerdote que celebró una función conmemorativa sobre la
tumba de Alexei Navalny a fines de marzo, 40 días después de su
muerte.
El religioso es Dmitri Safronov, clérigo de la iglesia de
la intercesión de la Santa Virgen sobre la colina de Lyschikova
en Moscú.
Meduza precisó que en la orden del Patriarca no están
explicadas oficialmente las motivaciones de la decisión. (ANSA).
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"El vice de Shoigu arrestado por traición"
Reunión entre rusos-ucranianos, acuerdo por intercambio de niños