(ANSA) - BRUSELAS - Luz verde definitiva de la Cámara Europea a todos los textos que componen el nuevo Pacto sobre Migración y Asilo, así todos los actos legislativos que componen el conjunto de nuevas normas han pasado la prueba de la Cámara.
A la aprobación le debe seguir ahora el aval definitivo del Consejo de la UE formado por 27 países miembros. Para su aprobación será necesaria una mayoría cualificada de los integrantes del bloque.
Los textos más precarios del conjunto de normas que componen el Pacto sobre Migración y Asilo fueron los dos primeros que acabaron votados: el nuevo procedimiento de asilo y la gestión de crisis migratorias, que permite a los Estados miembros, previa aprobación de la Comisión Europea, implementar medidas más severas en caso de una crisis de flujo.
El reglamento de gestión de crisis fue aprobado con 310 votos a favor, 272 en contra y 46 votos abstenciones.
En 2023, alrededor de 380.000 no europeos llegaron a suelo de la UE de forma irregular, el nivel más alto desde 2016, cuando se registraron un millón de solicitudes de asilo.
El 20 de diciembre de 2023, tras tres años de negociaciones, el Consejo y el Parlamento Europeo anunciaron que habían alcanzado un acuerdo político sobre las cuestiones clave del nuevo pacto migratorio. Tras un arduo toma y daca, el texto se vota en el Parlamento Europeo, donde la previsión es que no se dé con una holgada mayoría dada la reticencias de grupos como el de los Verdes.
La Comisión Europea lanzo la propuesta para un Pacto de la UE sobre Migración y Asilo en septiembre de 2020 con miras a romper finalmente el prolongado estancamiento político entre los estados miembros sobre la reforma de la política de asilo y migración de la UE.
Los puntos salientes
La iniciativa contiene un paquete de propuestas y recomendaciones de políticas en las áreas de migración, asilo, integración y gestión de fronteras. Entre las medidas se incluyen: reglamentos de detección que determina el procedimiento inicial que deben afrontar los nacionales de terceros países que llegan irregularmente a la UE; de procedimientos y gestión de asilo; y de crisis y fuerza mayor, entre otros.
Los Estados miembros que experimenten presiones migratorias -especialmente países como Grecia, gran promotora de este pacto para "aliviar la carga migratoria"-, podrán activar una 'cláusula de solidaridad', que supondría la reubicación de inmigrantes a otros países de la UE o proporcionaría a los primeros en llegar dinero extra, asistencia material como herramientas de vigilancia y despliegue de personal.
El plan también establece un control 'previo al ingreso' en la frontera que se completará en días -en lugar de meses o años como es el caso ahora- en un intento de acelerar el procesamiento de las solicitudes de asilo y hacer un primer filtrado temprano. el proceso.
Además, se establece un alojamiento temporal en suelo de la UE y se organiza una cooperación con terceros países durante tres meses para los solicitantes de asilo rechazados.
Los países miembros tendrán dos años para implementarlo. (ANSA).