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Matrimonio asesinado en las sinagoga

La pareja asistía a los heridos y recibieron balazos

Redazione Ansa

(ANSA) - TEL AVIV, 28 GEN - En el horror provocado por la masacre perpetrada el viernes por un terrorista palestino, que en pocos minutos mató con disparos a siete personas en un barrio ortodoxo de Jerusalén, surgió también la tragedia de los cónyuges Mizrahi: Elyahu, de 48 años, y Natalie, de 45.
    Se habían casado menos de dos años atrás. El viernes llegaron al suburbio de Nevé Yaakov para visitar al padre del marido, Shimon, que habita a pocos pasos de la sinagoga Ateret Abraham: la calle donde tuvo lugar el baño de sangre.
    Los Mizrahi -narran los vecinos- estaban sentados a la mesa para la tradicional cena del viernes, particularmente importante en las familias tradicionalistas. Natalie, en un cierto punto, sintió ecos de disparos. Shimon buscó tranquilizarla: en las cercanías, explicó, hay un barrio árabe donde a menudo los habitantes disparan al aire, también en ocasiones festivas.
    Pero Elyahu estaba inquieto. Desde la ventana vio sobre el asfalto algunos heridos y salió enseguida de la casa, seguido por la súplica de su esposa de tener cuidado. "De frente -comentó un vecino- se encontró un hombre que estaba junto a un automóvil y le preguntó que cosa estaba pasando". No imaginaba estar ante el atacante -el palestino Alkam Khairi, de 21 años- que le disparó a quemarropa.
    En el estacionamiento, según los vecinos, reinaba el caos.
    Natalie se precipitó también ella a socorrer a los heridos. "La última vez que la vi -prosiguió el vecino- le estaba practicando respiración boca a boca a uno de ellos". El terrorista, según el vecino, le disparó en la nuca matándola en el acto.
    Empero, para Shimon Mizrahi, el padre de Elyahu, el tormento aún no había terminado. "Los busqué por una hora y media en el hospital -expresó- sin que ninguno me dijese que los cuerpos de Elyahu y de Natalie estaban en el estacionamiento bajo mi casa".
    En las mismas horas, en otro barrio de Jerusalén, en el lado palestino, se consumaba otro drama. Al pie de los muros de la Ciudad Vieja, el barrio de Silwan (la "ciudad de David", para los israelíes), el miércoles en el curso de incidentes, un joven palestino de 16 años, Wadih Aziz Abu Ramoz, fue herido por el fuego de agentes mientras, según una versión extraoficial, disparaba contra ellos fuegos artificiales a baja altura. En la noche del viernes, Abu Ramoz murió en un hospital.
    Noticia impactante para uno de sus amigos, Muhammad Awilat, de 13 años. Hoy, sábado, Awilat empuñó una pistola Jericó y tendió una emboscada a los primeros israelíes que encontró en una calle de Silwan. Abatió a dos, padre e hijo, hiriéndolos en un modo grave. Luego fue atacado a su vez y herido.
    Jerusalén está ahora custodiada en un modo masivo por la policía. (ANSA).
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