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Estudio demuestra vínculo entre Alzheimer y dormir mal

Fue realizado por investigadores italianos.

El estudio fue elaborado por investigadores italianos.

Redazione Ansa

(ANSA) - Un estudio italiano publicado este miércoles reveló que existe una relación directa entre la enfermedad de Alzheimer y la mala calidad del sueño. 

    La explicación se hizo por primera vez gracias a la investigación en el Centro de Medicina del Sueño en el hospital Molinette en Turín y la Universidad de la capital piamontesa y se publicó en la revista científica internacional Acta Neuropathologica Communications. 

    Los científicos examinaron el efecto de la alteración del sueño en ratones genéticamente predispuestos a la deposición de beta-amiloide, una proteína que compromete irreversiblemente las funciones cognitivas del animal, incluso cuando es joven. 

    La única fragmentación del sueño obtenida mediante la inducción de despertares breves sin modificar el tiempo total de sueño, durante un período de un mes (correspondiente aproximadamente a los tres años de la vida humana), compromete el funcionamiento del sistema glinfático, aumentando el depósito de la proteína en cuestión. 

    En el trabajo colaboraron el Centro, dirigido por Alessandro Cicolin, y el Instituto de Neurociencias de Cavalieri Ottolenghi (Nico), dirigido por Michela Guglielmotto, ambos pertenecientes al Departamento de Neurociencias Rita Levi Montalcini de la Universidad de Turín. 

    Según el estudio, se sabe que "el descanso nocturno de los pacientes que padecen la enfermedad de Alzheimer suele verse perturbado por una verdadera inversión del ritmo sueño-vigilia, pero también se ha observado que los propios trastornos del sueño (como la privación del sueño, el insomnio y la apnea) puede afectar e influir negativamente en el curso de la enfermedad". 

    En los pacientes con sueño alterado, tanto en cantidad como en calidad, se produce un aumento de los depósitos cerebrales de la proteína (beta-amiloide) implicada en la génesis de la enfermedad de Alzheimer. 

    El estudio demostró además que este aumento depende de su eliminación reducida por el sistema glinfático, el "sistema de limpieza" del cerebro, particularmente activo durante el sueño profundo. 

    A pesar de demostrar el fuerte vínculo entre los trastornos del sueño y la enfermedad de Alzheimer y demostrar su mecanismo, la investigación también lleva a otras consideraciones. En individuos predispuestos a la enfermedad de Alzheimer, desde edades tempranas, las alteraciones del sueño pueden favorecer el establecimiento de procesos neurodegenerativos.

    Además, los procesos neurodegenerativos, propios de la enfermedad, pueden a su vez comprometer la regulación del sueño, estableciéndose un auténtico círculo vicioso que acelera irreparablemente la progresión de la enfermedad. 

    No es solo la cantidad de sueño lo que importa, sino también su "calidad": de hecho, solo en el sueño profundo el sistema glinfático es capaz de llevar a cabo con eficacia la tarea de "limpiar" y eliminar las sustancias neurotóxicas que acumularse durante la vigilia. 

    Incluso en ausencia de otros factores (disminución del tiempo de sueño o condiciones hipóxicas), solo la fragmentación del sueño en el cerebro, que dificulta mantener el sueño profundo, es capaz de desencadenar y mantener el proceso. 

    Según el estudio, los trastornos del sueño, como el insomnio, la apnea y el síndrome de piernas inquietas, entre otros, también son un importante factor de riesgo para la obesidad, la hipertensión, la diabetes, el infarto de miocardio, el accidente cerebrovascular, el cáncer y la locura.

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