(ANSA) - ERBIL 29 ABR - El grupo yihadista ISIS está
erradicado, pero aún no completamente derrotado. La crisis
internacional y la inestabilidad en los países de Medio Oriente
corren el riesgo de volver a despertar a las células durmientes,
esos terroristas dispuestos a golpear en nombre del
autoproclamado Califato que sembró la muerte y el terror incluso
en Europa hace diez años. Y quien es más consciente del peligro
a las puertas es el ejército peshmerga, una fuerza militar del
Kurdistán iraquí que siempre luchó contra el terrorismo
islámico.
A su lado, en formación y entrenamiento militar, están los
soldados italianos de la misión Prima Parthica, estacionados en
Erbil desde 2014, en pleno corazón de la región autónoma iraquí.
"Hemos contado con un gran apoyo del ejército italiano para
luchar y vencer al ISIS -estas son las palabras del ministro de
los peshmerga, Shoresh Ismail, al reunirse con el comandante de
la misión, el coronel Francesco Serafini-. Esperamos poder
convertirnos en amigos aún mejores y seguir trabajando juntos".
La colaboración de nuestros militares fue uno de los "apoyos
más importantes que recibimos", destacó el ministro.
"Italia fue uno de los primeros en ayudar a nuestro pueblo
y a nuestro ejército en la lucha contra el ISIS - prosiguió
Ismail durante un encuentro con los periodistas italianos -. Un
acuerdo que continúa hoy y que ha permitido mejorar las
capacidades profesionales de nuestros soldados. Sin esta
contribución, Nunca habría podido alcanzar ciertos estándares".
Por este motivo, ante la hipótesis discutida de una
retirada de las fuerzas militares de la coalición, el jefe de la
defensa kurda expresa su oposición.
"Si el contingente alguna vez saliera -destacó- se abriría un
espacio gigantesco de gran malestar y de muchos problemas",
vinculado también a la posibilidad, ni siquiera muy remota, de
un retorno del terrorismo islámico.
"Los peshmerga -prosiguió- apoyan la permanencia de la
coalición, incluso con tropas estadounidenses".
Lo que más preocupa al Gobierno kurdo son algunas zonas de
la zona, que van desde el sureste del Kurdistán iraquí hasta la
frontera con Siria, especialmente inestable debido a la ausencia
de tropas militares anti-ISIS.
"Por este motivo -subrayó el ministro- estamos creando dos
brigadas conjuntas con soldados iraquíes y peshmergas que operan
en esa zona de fuerte inestabilidad y donde ISIS se prepara para
levantar cabeza de nuevo".
A esto se suma, inevitablemente, la crisis de Medio Oriente
y la tensión entre Irán e Israel. Drones y misiles surcan el
cielo iraquí, en ese intercambio de acusaciones que ve a Teherán
y Tel Aviv en pie de guerra.
"La esperanza - subrayó el ministro peshmerga - es que la
situación en Medio Oriente pueda resolverse en el menor tiempo
posible. Como pueblo kurdo siempre hemos buscado el camino hacia
la paz, a pesar de haber sido víctimas de genocidio y de
violencia atroz. Personalmente, espero que finalmente se haya
comprendido que la sangre no soluciona nada. El Kurdistán
siempre fue un lugar de paz y de vida, de convivencia entre
diferentes pueblos y religiones. Antes de 1948, también vivían
aquí muchos israelíes, sin ningún problema".
"La guerra es una derrota para todos", fueron las últimas
palabras del ministro al saludar a la delegación italiana que
regresaba a Camp Singara, en la base de Erbil. (ANSA).
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Los peshmerga: "Adelante con Italia contra ISIS"
El ministro de Defensa kurdo: "Somos un país de paz y vida"