Política

"Que China decida de qué parte está", Blinken

"Debe dejar de apoyar a Rusia".

Redazione Ansa

(ANSA) - CAPRI, 19 APR - El G7 advierte a China: no pueden decir que quieren tener buenas relaciones con Europa y al mismo tiempo suministrar a Rusia materiales que terminan produciendo armas, que destruyen Ucrania, matan a su gente y representan una amenaza para toda Europa.
    Este es uno de los mensajes más fuertes que surge de la cumbre de tres días de Capri, dominada por las grandes crisis internacionales, según el comunicado final, que resumió el Secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en su conferencia de prensa al término de las reuniones.
    "Rusia no es solo una amenaza para Ucrania, sino que también lo será para otros países europeos", afirmó Blinken.
    "Y China no puede tener un pie en dos zapatos, es decir, no puede tener relaciones amistosas con los países europeos y al mismo tiempo alimentar la mayor amenaza para la seguridad europea desde la Guerra Fría", advirtió.
    El secretario de Estado dijo creer que "lo que vemos hoy es un producto de las relaciones entre China y Rusia. Le hemos dicho claramente a China que no proporcione armas a Rusia para su agresión contra Ucrania".
    "No hemos visto suministros directos, pero sí de componentes claves" que pueden ser utilizados para apoyar el arsenal de Moscú, "afectado por las fuerzas ucranianas y las sanciones", detalló.
    Minutos después, la Ministra de Relaciones Exteriores alemana, Annalena Baerbock, también hizo eco de estas declaraciones, y afirmó que los países del G7 están "completamente de acuerdo en que no podemos aceptar que China fortalezca una asociación cada vez más estrecha con Rusia, que está llevando a cabo una guerra de agresión contraria al derecho internacional en Ucrania".
    "Pedimos que ejerza su influencia sobre Putin. En ningún caso podemos tolerar que cualquier país del mundo alimente la maquinaria de guerra de Putin. También le hemos dejado esto claro a China, aquí, juntos".
    En el documento final se subraya que "China debería asegurarse de que este apoyo se detenga, ya que no hará más que prolongar el conflicto y aumentar la amenaza que Rusia representa para sus vecinos".
    Naturalmente, China hace sentir su peso especialmente en la región del indo-Pacífico, otro tema discutido por el G7 en Capri. El canciller italiano, Antonio Tajani, al reafirmar la línea firme, pero siempre dialoguista de Italia, destacó que la presidencia del G7 y todos los socios están "trabajando por la estabilidad" en la región, "porque la estabilidad internacional promueve nuestros intereses".
    Tajani observó que China es un 'competidor' de Occidente, no un aliado, pero es un "interlocutor indispensable para enfrentar los desafíos globales". (ANSA).
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