(ANSA) - CAPRI, 18 APR - El G7 liderado por Italia promueve
un nuevo capítulo de cooperación con África.
Entre los temas abordados en el segundo día de la reunión de
ministros de Asuntos Exteriores en Capri, en una sesión
específica, los jefes de la diplomacia de los Siete compartieron
la necesidad de "trabajar juntos para fortalecer la lucha contra
la migración irregular, promoviendo la estabilidad y el
crecimiento" en el continente, explicó el ministro del Exterior
italiano, Antonio Tajani, que ilustró a sus colegas los
objetivos y principios del Plan Mattei.
La línea es la promovida por Roma, que ve en la colaboración
con los países del vecino continente -en particular la orilla
sur del Mediterráneo- la clave para enfrentar temas como la
inmigración y la crisis energética.
No es casualidad que el miércoles, la premier Giorgia Meloni
haya visitado por cuarta vez en 19 meses Túnez, socio
"prioritario" del Plan Mattei cuyo gobierno prometió apoyo para
la aplicación del Memorando con la UE e imposibilitó firmar la
salida de los inmigrantes de Italia.
Mientras tanto, Tajani recibió en Capri al ministro de
Asuntos Exteriores de Mauritania, Mohamed Merzoug, representante
de la Unión Africana con la que el G7 "quiere relanzar" la
asociación, explicó el jefe de la Farnesina (Cancillería
italiana), recordando que "la presidencia italiana ha puesto a
Africa en "el centro" de la agenda del Grupo.
La atención a los temas de Africa surgió incluso de manera
clara en el interior de los encuentros bilaterales al margen de
la reunión ministerial, principalmente en aquel entre Tajani y
el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
La mirada se apuntó hacia el Sahel: para Estados Unidos es
fundamental que Europa permanezca en la región para evitar que
surgan ulteriores focos de inestabilidad. Y se mira en
particular a Níger, ya que después que la junta militar en el
poder en el país anuló el pacto de seguridad recíproca,
Washington teme, de hecho, la expulsión de sus fuerzas del país
y una pérdida de influencia vital en ventaja de Rusia, cuya
hegemonía está ya consolidada en países vecinos, como Burkina
Faso y Mali.
La junta nigerina ya forzó a las tropas francesas a dejar el
país en diciembre pasado, tras el golpe de julio de 2023 que
derrocó al presidente democráticamente electo, Mohamed Bazoum.
Frente a este escenario, países como Italia, España y
Bélgica podrían intentar permanecer, llevando seguridad a la
región, tan importante para Europa.
Africa también fue tema de conversación en la reunión
bilateral entre Tajani y el francés Steephane Sejourné, a quien
el titular de la Farnesina le subrayó la necesidad de "trabajar
sobre la dimensión externa, reforzando la cooperación con los
países de tránsito de Africa subsahariana y del sur del
Mediterráneo en todos los niveles, incluso el europeo y con los
países del G7".
Y con el británico David Cameron, el vicepremier italiano
ratificó el compromiso común para enfrentar al tráfico de seres
humanos y las migraciones irregulares, con foco particular en la
colaboración necesaria para poner en marcha una estrategia
eficaz en la región del Sahel a nivel de seguridad. (ANSA).
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En Capri, buscan nueva cooperación con Africa
Compartida la línea italiana, el Plan Mattei en escena