Embajador Azzarello elogia comunidad ítalo-brasileña

(ANSA) SAN PABLO - "Las celebraciones por la Fiesta de la República Italiana, instauradas después de largos y dolorosos años de destrucción causada por las dos guerras mundiales, son también ocasión para repudiar la tragedia de Ucrania y cualquier otro conflicto que, en distintas latitudes, aquejan a distintas regiones del planeta, y reforzar la importancia de la confianza en los valores y luchas compartidas".
    Este es el mensaje del embajador de Italia en Brasil, Francesco Azzarello, para saludar a "los italianos y las italianas que celebran en Brasil el 77° aniversario de la fundación de la República Italiana".
    "Según las estimaciones más recientes, la comunidad ítalo-brasileña tiene alrededor de 32 millones de personas. Es la más grande del mundo", explica el embajador.
    "Los ciudadanos italianos suman alrededor de 750.000, mientras que la creciente comunidad brasileña en Italia se estima en 150.000 personas. Un patrimonio común de sangre, valores, simpatía y amistad absolutamente invaluable. Del sur al norte de Brasil, de las metrópolis a las regiones agrícolas y el interior más remoto, los compatriotas son una excelencia en todos los sectores", afirma Azzarello.
    "Italia continúa contribuyendo sustancialmente al desarrollo de Brasil, en un verdadero espíritu de asociación, muy apreciado y de mutuo enriquecimiento", agrega. "Y lo hace gracias al ejemplo vivo de los testigos de la excelencia, de su belleza y creatividad, de la fuerza de las ideas que, esperamos, puedan seguir expresándose en sus formas más productivas, en la solidaridad y en la feliz y próspera convivencia entre nuestros valores y nuestros pueblos".
    "Brasil asumirá la presidencia del G20 a partir del 1 de diciembre, mientras que Italia asumirá la presidencia del G7 en 2024. La esperanza es que las inmensas responsabilidades y desafíos que nos esperan puedan coagular una cooperación bilateral e internacional cada vez mayor, en un espíritu constructivo de genuina promoción de la paz, en el obligado y esencial respeto del derecho internacional, personalidades, divisiones y conflictos", concluye el diplomático. (ANSA).