(ANSA) - MOSCA, 08 MAG - El conflicto entre Rusia y Ucrania
llegó a la historia, con motivo del aniversario de la victoria
en la Segunda Guerra Mundial.
Vladimir Putin se prepara para el desfile de mañana en la
Plaza Roja afirmando que es necesario luchar contra los
"herederos ideológicos actuales" del nazismo, es decir, los
gobernantes de Kiev.
Volodimir Zelensky respondió decidiendo no celebrar la
victoria sobre el nazismo el 9 de mayo, como se ha hecho hasta
ahora con Rusia, sino el 8, como sucede en el "mundo libre". Una
discrepancia inicialmente debida a la diferencia de husos
horarios, pero que se ha convertido en un símbolo de la nueva
división del mundo.
Rusia espera ansiosamente el desfile de mañana después de
repetidos ataques con drones en su territorio, incluidos dos que
explotaron sobre el Kremlin la semana pasada. Un episodio que
las autoridades de Moscú han explicado como un intento de los
servicios secretos ucranianos de matar a Putin.
Los desfiles tradicionales se han cancelado en más de 20
ciudades, pero tomar una decisión similar para el programado
para la Plaza Roja habría sido casi una admisión de derrota.
Así, miles de soldados con sus armas desfilarán bajo los muros
del Kremlin como estaba previsto, y el presidente pronunciará su
discurso como siempre.
Pero por la tarde se canceló por motivos de seguridad la
tradicional marcha del Regimiento Inmortal, es decir, los
descendientes de los combatientes contra el Tercer Reich que
desfilan con fotografías de sus familiares. El año pasado, Putin
participó él mismo, mostrando la fotografía de su padre.
Solo un puñado de jefes de Estado y de Gobierno extranjeros
asistirá al desfile: los de Bielorrusia, Armenia, Kazajistán,
Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán. Algunas de las antiguas
repúblicas soviéticas a las que Putin envió un mensaje llamando
a la lucha conjunta contra Hitler como miembros de la URSS.
"Es nuestro deber moral preservar las sagradas tradiciones
de amistad y ayuda mutua transmitidas por nuestros padres y
abuelos, no permitir que se distorsione la verdad histórica
sobre la Gran Guerra Patria y no permitir las justificaciones de
los nazis, sus cómplices y sus actuales herederos ideológicos",
dijo Putin con una clara referencia al gobierno de Kiev.
Zelensky respondió trazando un paralelismo entre el líder
ruso y Hitler: Rusia será derrotada "de la misma manera" que el
nazismo en 1945, afirmó, antes de anunciar que Ucrania celebrará
de ahora en adelante la victoria sobre los nazis un día antes
que Moscú, el 8 de mayo.
El 9 se declara en cambio Día de Europa, como en la Unión
Europea, en el que Kiev aspira a ser admitida, dado que ya se
siente parte de su herencia cultural, dijo Zelensky, al publicar
un mensaje en Telegram acompañado de una bandera ucraniana y
otra de la UE.
No es casualidad que la presidenta de la Comisión Europea,
Ursula von der Leyen, llegue mañana a la capital ucraniana de
visita para mostrar "el apoyo inquebrantable de la UE" al
Gobierno ucraniano.
Con el cambio de fecha del feriado, Zelensky pretende enviar
una señal precisa: Ucrania, explicó, ya forma parte de ese
concierto europeo que, así como destruyó al nazismo (se omite el
papel de Moscú), derrotará lo que el presidente ucraniano define
"ruschismo", un neologismo inventado en Kiev para indicar
"fascismo ruso".
Moscú ciertamente no podía tomarlo bien. La decisión de
Zelensky demuestra que es un "traidor", la "nueva encarnación de
Judas en el siglo XXI", o incluso "un colaboracionista fascista
80 años después", escribió en Telegram la portavoz del
Ministerio de Relaciones Exteriores, Maria Zakharova. (ANSA).
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Putin celebra la victoria, Zelensky Europa
Zelensky cambia la fecha: "Traidor fascista", brama Moscú.