(ANSA) - BOGOTA 2 MAY - El presidente Gustavo Petro aseguró
este martes desde España a la prensa de su país que el llamado a
la población para que salga a las calles a defender las
propuestas de reforma de su gobierno, no es una invitación a la
violencia y se refirió a la expresión "revolución".
"La palabra revolucionar es volver a evolucionar,
etimológicamente hablando", detalló el mandatario en
declaraciones a medios de prensa colombianos, un día después de
su discurso desde el balcón del Palacio de Nariño (sede de
gobierno) donde llamó a la movilización social para impulsar sus
reformas ante el Congreso.
Petro reiteró que es necesario una sociedad "viva" y que
"luche" por los cambios, de los que dijo no son una "capricho"
suyo, sino que están relacionados con una "deuda" que se tiene
con gran parte del país.
"La revolución es que la gente salga a la calle", afirmó el
mandatario y añadió que ese pedido no debe ir de la mano de la
violencia.
"Entre más se pueda expresar la población pacíficamente,
menos violencia va a haber en el país. La violencia tiene que
ver con que se han reprimido los llamados y las expresiones de
la población", afirmó.
"Cuando nosotros decimos que la gente salga pacíficamente a
las calles, lo que estamos es disminuyendo la violencia. Ello no
es romper las instituciones, ello es usar las instituciones
porque para eso son, para que puedan tramitar los cambios",
argumentó.
El gobierno de izquierda rompió la semana anterior con la
coalición formada en el Legislativo con partidos tradicionales y
ahora se aventura a buscar en las calles la presión social que
atice esas reformas en el tema sanitario, de pensiones y
laboral.
El Jefe de Estado sostuvo que sus propuestas no buscan
"estatizar" ni el servicio de salud ni el sistema de pensiones,
solo pretenden que haya un mejor control de los dineros
públicos, al advertir que el modelo sanitario actual está en
declive y podría colapsar.
Sobre el Congreso recordó que este "se debe al pueblo" que
lo eligió y no a intereses particulares y afirmó que lo suyo no
es un enfrentamiento con la clase política, que aseguró es
consciente de las necesidades de cambio, sino con los intereses
oscuros que los impiden.
"Me enfrento con unas personas que usan el dinero público",
afirmó el Presidente, al advertir que son ellos, a quienes no
identificó, los que han maniobrado para impedir que el Congreso
realice las modificaciones que se necesitan, puesto que
perderían las ganancias que obtienen con el modelo sanitario
actual. (ANSA).
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