(ANSA) - MADRID 26 ABR - "Brasil está de vuelta", declaró hoy
su presidente, Lula da Silva, empeñado en "trabajar por mejorar
nuestro país y el mundo", para lo que abogó por crear "un G-20
de la paz" en Ucrania.
Así se pronunció junto al premier español, Pedro Sánchez,
tras reunirse con él en La Moncloa durante su visita a Madrid.
"No hay interés en hablar de la paz", afirmó Da Silva, que
defiende la necesidad de "la intermediación de un grupo de
países amigos que pueda crear un diálogo entre Rusia y Ucrania
estableciendo unas normas".
Los miembros permanentes de la ONU "son los que venden más
armas al mundo" por lo que "me pregunto si quizás nos toca a
otros países que no han logrado integrar el Consejo de Seguridad
y llevar nuestra voz" y dijo que "es necesario crear el G-20 de
la paz".
Esta propuesta suscita malestar en la Unión Europea (UE) y
Estados Unidos, que consideran que Da Silva adopta una postura
equidistante entre las dos partes del conflicto.
A juicio del presidente brasileño, que ha hablado sobre la
guerra en las últimas semanas con sus pares de Argentina,
Uruguay, Estados Unidos, China y Francia, "la guerra empezó sin
que hubiese muchas negociaciones para impedirla".
Subrayó que "no sirve decir quién tiene razón. Hay que parar
la guerra" y que "ahora falta la negociación".
Respecto a la ONU dijo que "podría haber convocado una
sesión extraordinaria con todos los miembros para tratar esta
cuestión".
Sánchez celebró que Brasil "haya vuelto" después de que
"durante años no se haya escuchado su voz" y apuntó que "nadie
puede imaginar que podamos responder a la emergencia climática
sin la participación de Brasil".
Defendió el "paso importante que ha dado Brasil" en busca de
la paz aunque reconoció tener "matices respecto a algunas cosas
que ha dicho Lula, pero Brasil defiende la integridad
territorial de Ucrania y que trabajemos todos por la paz y el
fin de las hostilidades".
Para que "la paz sea duradera es importante que nos
impliquemos todos" y que "la voz del presidente de Ucrania,
Volodímir Zelenski, sea escuchada y su fórmula de la paz sea
tenida en cuenta", destacó Sánchez.
En Brasil, señaló Da Silva, "todo lo construido en cuatro
años ha sido destruido por la extrema derecha. Ahora luchamos
para reconstruir todo" y citó la inversión que habrá en el
sector del transporte este año, "más importante de lo que se
invirtió durante cuatro años", y la implementación de políticas
como el Programa bolsa familia "para encontrar trabajo".
Subrayó que "hay que poner fin al hambre porque es falta de
responsabilidad de los representantes. Si los países ponen a los
pobres en los presupuestos vamos a poner fin al hambre", afirmó.
Brasil, señaló, "volverá a crecer. Hay mucho que hacer.
Realizar cambios es más difícil que hacer una nueva casa",
apuntó.
El premier español se comprometió a trabajar para cerrar
este año el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea (UE),
presididas en el segundo semestre por Da Silva y Sánchez,
respectivamente, lo que supone "una extraordinaria oportunidad
para materializarlo".
Señaló que "se dan las circunstancias para que podamos
llegar a un acuerdo este año. Vamos a trabajar para ello".
Sánchez llamó a países (como Francia) "que tienen dudas" a
"disiparlas por la potencialidad que tendría este acuerdo para
ambas regiones" y dijo que "hay pocos argumentos para que no se
pueda llegar a ese acuerdo".
El presidente brasileño concluyó su visita a España, adonde
llegó ayer procedente de Portugal, con un almuerzo ofrecido por
Felipe VI en el Palacio Real.
De Da Silva, el monarca dijo en su discurso antes del
almuerzo que "siempre he apreciado su franqueza y su fortaleza,
así como su vocación y empeño en contribuir a la grandeza de
Brasil". (ANSA).
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Brasil está de vuelta, Lula da Silva
Realizar cambios es más difícil que hacer una nueva casa