Política

Régimen aumenta gasto militar y advierte a Taiwán

Redazione Ansa

(ANSA) - PEKIN, 06 MAR - Los intentos externos "para reprimir y contener a China se están intensificando", afirmó el primer ministro Li Keqiang en el silencio del Gran Salón del Pueblo, en un momento en que "las incertidumbres del contexto externo están aumentando, la inflación mundial sigue siendo alta y la economía mundial y el crecimiento del comercio está perdiendo impulso".
    La dirección comunista, consciente de los complejos escenarios entre la guerra rusa contra Ucrania y las crecientes tensiones con EE.UU. y Occidente, ha aprobado un presupuesto de gastos militares para 2023 que aumentará un 7,2% (el más alto de los últimos cuatro años) frente al 7,1 % en 2022, equivalente a unos 230 mil millones de dólares. Pero no es solo la defensa la que encabeza las preocupaciones de Pekín, pues hay otras partidas indicativas de las nuevas necesidades en el proyecto de presupuesto estatal al que se refirió el primer ministro saliente, al abrir la sesión parlamentaria de la Asamblea Popular Nacional.
    El trabajo diplomático, es decir, la presencia de China en el mundo, ve crecer los recursos disponibles, así como la seguridad pública. Mientras que el capítulo de autosuficiencia en ciencia y tecnología marca un salto del 50%,a favor del vital sector de los semiconductores, en el centro de la guerra de los microchips con Estados Unidos.
    El presupuesto de defensa, aunque desarrollado sobre la base del PIB nominal, ha indicado una brecha creciente entre el desarrollo militar y económico de China, revirtiendo una tendencia de más de dos décadas en la que la expansión de las capacidades militares había quedado en segundo lugar frente al crecimiento de la economía. El tema en el centro de las preocupaciones del PCCh, así como una línea roja en las relaciones con Estados Unidos, es Taiwán. China debe implementar la política del Partido Comunista "para resolver el problema, adhiriéndose al principio de 'Una China' y al Consenso de 1992", agregó Li frente a unos 3.000 delegados y líderes institucionales y del partido, comenzando por el presidente Xi Jinping.
    El país "tomará medidas decididas para oponerse a la independencia de Taiwán y promover la reunificación", pero relanzando "el desarrollo pacífico de las relaciones en el Estrecho de Taiwán" y "el proceso de reunificación pacífica", dijo el primer ministro.
    La respuesta de Taipéi no se hizo esperar: "Hacemos un llamado a China para que enfrente el hecho de que los dos lados del Estrecho de Taiwán no están afiliados entre sí y para que respete la adhesión del pueblo de Taiwán a la libertad y la democracia", respondió en una nota el Consejo de Asuntos Exteriores del gobierno de la isla, que se ocupa de las relaciones con Pekín. (ANSA).
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