Espectáculos

En Cannes, renace de las cenizas el "Napoleón" de Abel Gance

La película italiana restaurada, se proyectará en preestreno

Una emblemática escena de 'Napoleón' (1927) del italiano Abel Gance. Un clásico del cine mudo

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA 25 ABR - El martes 14 de mayo promete seguir siendo, a su manera, una fecha histórica en la leyenda de la cinefilia moderna: el Festival de Cannes ofrece su preestreno a la obra maestra de Abel Gance "Napoléon" en una edición restaurada.
    Se trata de una versión restaurada que supera en exhaustividad incluso la presentada por el director al presidente de la República francesa Gaston Doumergue, flanqueado por los mariscales Foch y Joffre (los héroes de la Gran Guerra) el 7 de abril de 1927 en la Ópera de París.
    Por motivos de duración del festival, en la Croisette sólo se podrá ver la primera parte de la saga, titulada "La première époque", que acompaña la epopeya de Bonaparte desde su infancia en el colegio militar hasta sus primeros éxitos militares, en poco menos de cuatro horas de un sorprendente espectáculo técnico y narrativo.
    Porque se trata de un auténtico acontecimiento destinado a caracterizar una edición del festival que se abre con el signo del orgullo nacional, como lo confirma la película inaugural del evento, "Le deuxième acte" de Quentin Dupieux, con Léa Seydoux, Louis Garrel y Vincent Lindon presentado por la madrina Camille Cottin. Porque "Napoléon vu par Abel Gance" (este es el título original que capta bien el ego de su autor) es una especie de piedra filosofal de la restauración cinematográfica.
    Tras el "estreno" de París, la película sólo se presentó dos veces en la edición completa (12.800 metros de película, aunque sin la invención visual del final proyectada en tres pantallas simultáneamente) a principios de mayo del mismo 1927.
    Luego, entre cortes brutales para las diferentes versiones comerciales, la competencia de la incipiente llegada del sonido, ediciones diferentes cada vez, el fresco monumental, que, sin embargo, se detiene en la campaña italiana del general Bonaparte, se perdió en mil corrientes.
    Permaneció la obsesión de por vida en las ambiciones del director, que volvió sobre el tema varias veces: un cortometraje con diálogos en 1934, un "Napoleón sobre Austerliz" en 1960, un "Napoleón sobre Santa Elena" al final de su carrera en 1972.
    Por el contrario, descoloró la memoria del original, aunque en 1970 fue el propio Gance quien revisó su primera obra con una versión de 24 fotogramas por segundo, utilizando la versión sonora de 1935 durante una duración de casi cinco horas.
    Con algunas inserciones adicionales y la reconstrucción del tríptico final sincronizada para ser proyectada simultáneamente en tres pantallas una al lado de la otra, fue el historiador de cine Kevin Brownlow quien editó una edición filológica para la Cinémathèque Française en 1980, presentándola en Londres con la nueva partitura sonora de Carl Davis (la original fue firmada por Arthur Honegger).
    Francis Coppola también se refirió a esto y realizó una edición más corta (cuatro horas) para adaptarla a la orquestación de su padre, Carmine Coppola. En esta versión, "Napoleón" fue el espectacular acontecimiento de Majencio de 1981, proyectado al pie del Arco de Constantino en presencia de Danielle Mitterrand, Jack Lang, el alcalde de Roma Luigi Petroselli, Enrico Berlinguer y Francis Coppola.
    La lluvia interrumpió el espectáculo durante aproximadamente media hora, pero nadie se movió y al final Claude Lelouch comunicó por teléfono el larguísimo aplauso del público a Abel Gance, de noventa años, que en París vio el sueño de su Película presentada en la cuna del mundo romano soñado por Napoleón.
    Una empresa igualmente épica fue posible poco después por Andrea Andermann, quien proyectó "Napoleón" en la playa toscana frente a la isla de Elba colocando las tres pantallas necesarias para el tríptico final en barcazas ancladas a pocos metros de la costa.
    Hasta ayer había, pues, 21 versiones de la superproducción, la última de las cuales, nuevamente firmada por Brownlow para el British Film Institute en 2000, presentaba una reconstrucción que duró cinco horas y media y requirió medio siglo de investigación en archivos cinematográficos de todo el mundo.
    Ahora todo esto será superado por el trabajo de Georges Mourier y su equipo para la Cinémathèque Française que devuelve "Napoléon vu par Abel Gance" a una duración de siete horas, minuciosamente reconstruida a partir de la visualización de más de 100.000 metros de película y la lectura de las notas del director para su editor y hoy conservadas en la Bibliothèque Nationale.
    Las fuentes provienen de los cinco continentes y ciertamente se acercan mucho al proyecto original. De hecho, la película le costó a la producción Pathè cuatro años de preparación y rodaje, hasta 6.000 figurantes reclutados en los lugares reales de los hechos narrados, dos protagonistas deslumbrantes (el niño Vladimir Roudenko y la estrella de teatro Albert Dieudonné), una cuarentena de actores populares de la época, 200 técnicos para filmar soluciones nunca antes probadas y cambios de color influenciados por los estados de ánimo de la historia.
    Se suponía que sólo sería el primer capítulo de seis, pero siguió siendo único e insuperable a su manera también por la magnilocuencia patriótica que supo inculcar en el público. Emile Vuillermoz, que había acudido al plató de la revista "Le Temps", describió un día de rodaje animado y lleno de extras: "Si Abel Gance hubiera tenido diez mil extras a sus órdenes el día de la Revolución Francesa, extras como estos, ebrios de historia y con el alma aturdida por la emoción de obedecer, podría a su vez lanzarlos a atacar cualquier obstáculo, hacerles invadir el Palacio de los Borbones o el Eliseo y hacerse proclamar dictador".
    Después del preestreno en Cannes, "Napoléon vu par Abel Gance" será presentado en sus dos partes originales en una velada especial de cine-concierto sinfónico, con 250 músicos a pie de pantalla, en el Seine Musicale de París los días 4 y 5 de julio; luego en Montpellier, en la Cinémathèque française y, antes de aparecer en televisión, en los grandes festivales de verano (boreal). (ANSA).
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