Economía

Alivio en la Bolsa de Milán, también en la UE

Los mercados se recuperan. FED y otros organismo monitorean en EEUU

LA imponente fachada de la Bolsa de Valores de Milan

Redazione Ansa

(ANSA) - La Bolsa de Milán, al igual que las otras ruedas europeas, mostró que el colapso del Sillicon Valley Bank se puede circunscribir, casi que encapsular, y cierra en recuperación este martes en alza.
    El FTSE Mib de Milán quedó arriba 2,36% impulsado por el repunte de las acciones financieras y por empuje industrial.
    Interpump (+4,3%), Unicredit (+4,2%) y Moncler (+3,9%) lideraron las ganancias, un paso por delante de Generali (+3,6%), impulsado por cuentas mejores a las esperadas.
    Entre los mejores bancos emergen Intesa (+3,3%) y Mediobanca (+2,5%), mientras en el sector automotor brilló Iveco (+3,6%).
    El miedo que desencadena el colapso de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank parece, al menos para el momento, cuestión del pasado, pues las Bolsas de valores a ambos lados del Atlántico avanzaron hoy con ganancias de más del 2% gracias a los bancos, recuperando impulso, mientras la inflación estadounidense disminuyó.
    La atención permanece enfocada en el estado de salud del sistema bancario estadounidense, bajo especial vigilancia de las autoridades y otros actores. Mientras la FED (Reserva Federal, banco central estadounidense), la SEC (comisión de Bolsa y valores) y el Departamento de Justicia investigan sobre la quiebra de SVB, mientras la calificadora Moody's recorta las perspectivas del sistema bancario del país de estable a negativas, y pone por debajo comentario sobre una posible rebaja.
    Las investigaciones iniciadas por las autoridades estadounidenses siguen la avalancha de críticas vertidas contra el rescate de los depósitos de SVB y Signature Bank. Y se suman a la búsqueda de "responsables" que está animando la política estadounidense. Donald Trump señala con el dedo las políticas de diversidad del SVB y carga contra los demócratas. En cambio, los liberales acusan al expresidente y a los suyos por la desregulación por quiebras.
    Mientras continúa la caza del culpable, se han iniciado juicios contra los dos bancos fallidos, y el centro de atención está en la crisis de Silicon Valley, hasta hace unos años un "UnderDog" (ganador contra todo pronóstico) que ahora se ha vuelto inconfiable. De hecho, la quiebra de SVB se considera otra señal de problemas en Silicon Valley, ya doblada por miles de despidos anunciados por sus grandes nombres, el último en Meta con otros 10.000 cortes de puestos de trabajo.
    Los analistas consideran que esa plaza tecnológica no ha logrado encontrar una solución para SVB, cuya crisis contribuye a traerlo de vuelta a la realidad después de años de crecimiento salvaje que parecía interminable. La lluvia de críticas ni siquiera excluye a los fondos ESG -ambientales, sociales y de gobernanza- que han invertido en Silicon Valley Bank, importante financiador de start-ups activas en el sector energético renovable.
    En medio de la polémica y el zarpazo, aparece la FED, la institución en mayor dificultad. El banco central inició una investigación sobre la supervisión y los controles a SVB, cuya supervisión -siendo un banco contra 100 miles de millones en activos- cayó justo debajo de su lente. A la espera de los resultados del examen, el banco central estadounidense se prepara para una prueba aún más complicada, la de buscar un equilibrio entre la lucha contra la inflación y las tensiones del mercado de los bancos debido en parte a la subida de los tipos de interés.
    La inflación estadounidense, aunque se desacelera al 6% en febrero desde el 6,4% en enero, se mantiene muy lejos del objetivo del 2%, lo que indica cómo la batalla del banco central contra el costo de vida continúa. Pero la falla del SVB y las tensiones en el sistema bancario han destacado una agresiva campaña de aumentos en el costo del dinero, que tiene consecuencias no deseadas y eventos inesperados que corren el riesgo de poner en peligro la economía.
    En vista de la reunión del 21 y 22 de marzo, los analistas están divididos sobre los próximos movimientos de la FED. Algunos creen que la inflación al 6% - y sobre todo con un aumento del 0,5% del índice básico, el que excluye energía y alimentos- requiere al menos una sub de tipos del 0,25%. Otros están convencidos de que ante las tensiones de los últimos días la FED decidirá mantener el costo del dinero sin cambios.
    Pero, otros creen que, sorprendentemente, reducirá las tasas de Estados Unidos 0,25%. Para el Banco Central Europeo (BCE), el camino parece más claro: en la reunión una suba de tipos el jueves parece obvia, pero los halcones creen que es probable que se encuentre presionando por un ajuste del 0.50% ante una fuerte oposición. Por lo tanto, es posible que en Christine Lagarde opte por un retoque del 0,25%, confirmando así el compromiso con la lucha contra la inflación pero, al mismo tiempo, entregando una bocanada de aire fresco. (ANSA).
   

Leggi l'articolo completo su ANSA.it