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Me dedicaba mis triunfos más duros, Pellegrini

Redazione Ansa

(ANSA) - ROMA, 03 MAG - La ex nadadora italiana Federica Pellegrini, oro en los 200 metros estilo libre de Pekín 2008, presentó su autobiografía llamada "Oro", que saldrá a venta el martes 16.
    "Cuando veo la tabla de posiciones golpeo el agua en la piscina: sí, esta vez lo logré! Cruzo la mirada con Alberto y empezamos a llorar como tontos. Oro y nuevo récord del mundo, 1'54"82", recuerda Pellegrini, que comenzó su carrera con 14 años.
    La ex nadadora, medalla de plata en los 200 metros libres de Atenas 2004, finalizó su carrera en 2021 con 33 años, tras lo cual asumió en la Comisión de Atletas del Comité Olímpico Internacional (COI).
    Pellegrini, nacida el 5 de agosto de 1988 en Mirano, provincia de Venecia, también ganó 19 medallas en campeonatos del mundo, 37 medallas europeas y 130 torneos italianos y registró 11 récords del mundo, cinco olímpicos e igual número de finales en su especialidad, que la convierten en el único caso de la natación femenina del mundo.
    "Las competencias nunca fueron un paseo para mí, sino que buscaba la lucha hasta el último respiro. Si sentía que debía entrar al agua y pelear a muerte, la adrenalina me recorría y era feliz", agrega Pellegrini.
    "La condición ideal para competir era sentirme un animal acechado. La noche previa a una carrera casi no comía. Era la tensión, claro, pero también un modo de prepararse para el asalto, como el lobo que antes de salir de caza para afrontar la lucha ayuna, adelgaza. El hambre o la inapetencia no eran sólo formas nerviosas, sino manifestaciones de un atávico instinto al combate", explica la ex atleta.
    "Al inicio, cuando sólo era una joven, sentía un vacío dentro que llenaba con las victorias, pero después de tiempo no estaba más. Desde cierto punto en adelante lo hice sólo por mí misma", resalta.
    "Me preguntaban a quién le dedicaba mis victorias. Las más difíciles, las que llegaban después de períodos duros, las de los renacimientos me las dediqué a mí misma. Porque era la única que sabía los sacrificios realizados para obtener esos resultados", argumentó.
    "Era el lobo. ¿Qué sabían los demás sobre las cosas que había vivido? ¿Esto me hace una estúpida?", cuestiona Pellegrini en otro tramo del libro. (ANSA).
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