(ANSA) - MILAN, 03 MAR - El alcalde de Milán, Giuseppe Sala,
afirmó que Inter y Milan dejaron en claro que desean emigrar del
legendario estadio Giuseppe Meazza aunque inicien caminos por
separado tras los obstáculos para su proyecto inicial de un
nuevo recinto compartido.
"Creo que esta larga y aún indefinida historia tiene una sola
gran certeza. Los dos equipos ya no quieren quedarse en el San
Siro y nadie puede obligarlos a renovarlo", subrayó Sala, que
durante la semana se reunió con directivos del Inter y del
Milan.
"Por lo tanto, para mí es un deber comprometernos hasta el final
para que se pueda encontrar una solución alternativa en el
municipio de Milán", agregó el alcalde de Milán desde su podcast
diario.
"Entonces, si por alguna razón esto no sucede, quiero estar
tranquilo al pensar que realmente hice todo lo posible para que
esto sucediera. Con todo respeto a quienes ahora comentan, a
veces de manera inapropiada, sin proponer una solución", aclaró
Sala.
El alcalde refirió que "hasta la fecha, los equipos no nos han
comunicado formalmente la renuncia al proyecto en el que han
estado trabajando juntos en el último período, es decir, un
nuevo estadio en el área de San Siro, que por una cuestión de
espacio de todos modos prevería la demolición de Giuseppe
Meazza", situado en el distrito de San Siro.
"El procedimiento sigue vigente y los equipos deben respondernos
formalmente", insistió Sala luego que Milan reconociera
informalmente que evalúa una opción ubicada en el área de La
Maura.
Esta nueva hipótesis significa dos cosas: ir a construir en otro
terreno privado y no público y luego desvincularse del Inter,
explicó Sala, quien indicó que "los propietarios me informaron
que necesitan tres semanas para estudiar un plan maestro que
defina la intervención y que sólo se referiría al estadio y la
Casa Milán, no a otros edificios".
"Se está filtrando una hipótesis de ubicación fuera de Milán
para nter pero no he tenido confirmación sobre la propuesta. Me
gustaría que quede claro que nadie los echa de San Siro, pero no
puedo ocupar su lugar en las decisiones sobre su futuro",
argumentó.
"Para ser honesto, no podemos ignorar el hecho de que una parte
del Ayuntamiento, incluida mi parte política, realmente nunca
quiso el nuevo estadio", concedió Sala sobre el proyecto inicial
del Inter y del Milan.
"Especialmente si se tratara de provocar el sacrificio del
antiguo estadio. Porque aquí una vez la pregunta fue que San
Siro no debía ser demolido, luego continuos pedidos a los
equipos para mejorar el proyecto, y así sucesivamente", reportó.
"Cuando Inter y Milan se acercaron a mí para hablar sobre el
nuevo estadio, inmediatamente les propuse comenzar una gran
renovación de San Siro, estando dispuesto a entregarles la
propiedad", relató el alcalde.
"Pero tengo que agradecer a los clubes que me dijeron muy claro
que no era una opción que pudieran considerar. La ruta tomó
mucho tiempo por un lado debido al procedimiento administrativo
y controles técnicos y por otro lado porque los equipos
inicialmente habían pedido derechos volumétricos que no eran
compatibles con las normas del Municipio", concluyó Sala.
(ANSA).
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