(ANSA) - ROMA, 15 FEB - Suele decirse que todos los caminos conducen a Roma, una máxima que aplica este año al Giro de Italia, tradicional competencia ciclística cuya centésima sexta edición concluirá en la capital italiana y pasará por la Plaza San Pedro, en el Vaticano.
"Sin dudas, será una vitrina para Roma y para Italia", afirmó Roberto Gualtieri, alcalde de la ciudad, que estuvo en la presentación del recorrido de la última de las 21 etapas del Giro que se pondrá en marcha el 6 de mayo en Abruzzo.
Luego de 22 días de competencia y casi 3500 kilómetros, la competencia ingresará en la capital para su definición en un circuito de 17,6 kilómetros que los ciclistas recorrerán en cinco oportunidades y los llevará a San Pedro, Castel Sant'Angelo, Villa Borghese, L'Ara Pacis y los Foros Imperiales con vista al Coliseo.
El último tramo, que tendrá un recorrido distinto al de las ediciones que concluyeron en Roma en 2009 y en 2018 (dos de las cinco que finalizaron en la capital), fue presentado esta mañana en la Plaza del Campidoglio (Capitolio) por el alcalde Gualtieri, el director del Giro, Mauro Vegni, y el presidente de la Federación Italiana de Ciclismo, Cordiano Dagnoni.
Presentes en la ceremonia estuvieron también el presidente de RCS Sport, Urbano Cairo, el asesor de Deportes de la capital, Alessandro Onorato, el titular del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, y el director del grupo Enel Italia (patrocinador de la casaca rosa), Nicola Lanzetta.
"Este será un Giro divertido y competitivo", auguró Cairo al considerar que el hecho de que la competencia finalice en Roma hará que sea "algo especial", mientras Gualtieri apuntaba a que servirá como impulso también a la candidatura de la capital para albergar la Expo 2030 y para que "las grandes citas deportivas regresen a Roma".
"Será memorable y para nosotros un motivo de enorme alegría, además de un compromiso y un honor", destacó Gualtieri al confesar que "creímos desde un primer momento en esta posibilidad y trabajamos desde entonces para que no se trate sólo de un evento deportivo, sino que se entrelace con la historia del país".
"Contar con la etapa final en Roma es algo que deseamos se repita en los próximos años", completó el alcalde.
La comuna invertirá cerca de un millón de euros, informó Onorato al prometer que "las calles estarán a la altura" del acontecimiento y advertir que esta vez no habrá lugar para las polémicas, como sucedió en la edición de 2018 que también se cerró en la capital.
"Aquella vez cometimos un error grave porque el recorrido era casi por completo por calles empedradas (de adoquines) y angostas, pero esta vez será en calles más anchas y bien pavimentadas", aseguró el asesor de Deportes de la capital.
"¿Si esta es una buena oportunidad para modernizar la ciudad? Creo que es fundamental y mejor tarde que nunca. No lo digo con ironía, sino con un dejo de tristeza", dijo por su parte Malagó al afirmar que "el Giro le dará un valor agregado a todo esto".
"Será la mejor publicidad para Roma", agregó Malagó, quien apuesta sus fichas por el pedalista local Simone Consonni, ganador este año de dos oros en el campeonato europeo, uno de ellos en persecución por equipos, disciplina en la que también se consagró campeón olímpico en los Juegos de Tokio y mundial en Roubaix, en 2021.
"Será un Giro con campeones de altísimo nivel y con algunos que podrían dar la sorpresa, como sucedió en los últimos años", dijo en tanto Cairo, al apostar por un triunfo italiano que no se celebra desde que Vincenzo Nibali ganó por segunda vez el Giro en 2016.
Después, la competencia no repitió ganador pues consagró al neerlandés Tom Dumoulin (2017), al británico Christopher Froome (2018), al ecuatoriano Richard Carapaz (2019), al británico Tao Geoghegan Hart (2020), el colombiano Egan Bernal (2021) y el australiano Jai Hindley (2021).
"En los últimos años, dos veces se definió en la última etapa", recordó Cairo, al destacar que "el Giro no revela a su vencedor hasta el último momento".
"Será un Giro muy duro", pronosticó Dagnoni al destacar que "los italianos no son menos que los grandes campeones extranjeros, aún cuando se ven obligados a hacer de 'escuderos' en sus equipos".
Por ese motivo, el presidente de la federación nacional espera contar a futuro con un equipo italiano que valorice a los atletas locales y para ello pidió apoyo al ministro de Deportes, Andrea Abodi, para conseguir "un patrocinador que financie el proyecto".
Patrocinador, pero de la casaca rosa, es Enel Italia, cuyo director Lanzetta afirmó: "Para nosotros es un honor estar ligados al Giro, que tiene muchos puntos en común con la empresa, pues ambos tenemos una visión que va más allá del país, pero con un corazón italiano". (ANSA).