Comenzó en Nápolels la restauración de emblemática obra

(ANSA) NAPOLES - En la iglesia de Santa María la Nova, en Nápoles, comenzaron los trabajos de restauración del fresco de la Deposición de Cristo, atribuido a Simone Papa, conocido como "el moderno", y de decoraciones pictóricas que datan del siglo XVII.
    Se trata de un recuadro situado en la pared lateral del edificio y del retrato de Francisco Quinionio.
    Es una restauración que contribuirá a hacer aún más popular la iglesia del centro de Nápoles, que ya es un destino favorito de muchos turistas.
    Uno de los atractivos de Santa María la Nova es que tiene una estatua de Vlad Țepeș, figura legendaria en Rumania, que murió entre octubre y diciembre de 1476, e inspiró el Drácula de Bram Stoker para su Drácula. El busto está colocado frente a la tumba de su suegro Matteo Ferrillo y podría contener sus restos.
    El proyecto de restauración de las tres pinturas murales situadas en el claustro de San Giacomo della Marca incluye un sitio educativo visitable y está promovido y financiado por la empresa gestora del sitio, San Martino Alberghi.
    La intervención fue realizada por la maestría en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural de la Universidad Suor Orsola Benincasa, bajo la supervisión de la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje de Nápoles.
    El rector Lucio D'Alessandro, al presentar la obra junto con el director del sitio Giuseppe Reale y Francesca Pagliari, subrayó: "El trabajo de nuestros estudiantes en Santa Maria La Nova es uno de los muchos testimonios concretos de la vocación práctica de nuestro sistema de enseñanza y en particular es uno de los muchos compromisos al servicio del patrimonio cultural de nuestra ciudad que asumimos con nuestra carrera de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural".
    El Conjunto Monumental de Santa María la Nova, en el corazón del centro histórico de Nápoles, es un tesoro de arte e historia de rara belleza cuya fundación se remonta a 1279.
    En su aspecto actual, el antiguo complejo monástico cuenta y conserva las numerosas transformaciones que se han producido a lo largo de los siglos, tanto arquitectónicas como decorativas.
    En el lado izquierdo de la Iglesia, obra maestra indiscutible del barroco, se encuentra el Convento, dividido en dos claustros, de los cuales el más pequeño, también llamado Claustro de San Giacomo, data de finales del siglo XVI y fue construido por Giovanni. Cola di Franco. (ANSA).