(ANSA) - ROMA 12 ABR - Computadoras, transferencias de
información y archivo de datos de forma mucho más veloz y
eficiente son posibles gracias a un "sacacorchos láser". Se
trata de un rayo láser que consigue trasladar átomos y
electrones del material que golpea generando un movimiento
circular, que lo convierte en magnético como un imán.
El descubrimiento ha sido posible gracias a un estudio
publicado en la revista Nature liderado por la Universidad de
Estocolmo y la Universidad Ca'Foscari de Venecia, que consiguió
demostrar por primera vez que se puede inducir un comportamiento
cuántico incluso a temperatura ambiente, y no solo en los
ambientes extremadamente fríos de los laboratorios.
Participaron en el estudio el Centro de investigación
Elettra-Sincrotone de Trieste, la Universidad Sapieza de Roma y
la Fondazione Rara de Venecia, que se ocupa de desarrollar
materiales nuevos.
"El resultado fue inesperado, y se necesitará seguramente
algo de tiempo para entender las posibles implicaciones
prácticas", dice a ANSA Stefano Bonetti, de la Universidad de
Estocolmo, Ca'Foscari de Venezia y Fondazione Rara, que coordinó
el estudio.
"Lo que es seguro es que hemos encontrado un nuevo modo de
crear imanes fuertes a partir de, en teoría, cualquier material.
En otro artículo publicado en el mismo número de Nature, otro
grupo de investigación demostró que es posible escribir un bit
(unidad de información en informática) magnético utilizando este
método", añade el investigador.
Contó que en congresos científicos "se me acercaron
investigadores que me dijeron haber visto efectos similares en
otros materiales y ya se están estudiando formas para amplificar
aún más el efecto, que ya es mayor de lo que la teoría preveía".
Hasta hoy los investigadores habían conseguido producir
comportamientos cuánticos como el magnetismo y la
superconductividad solamente a temperaturas muy bajas,
reservando el gran potencial de la tecnología cuántica para los
laboratorios.
Ahora los autores del estudio pusieron un material llamado
"titanato de estroncio" bajo impulsos láser breves pero
intensos, que lo hicieron magnético incluso a temperatura
ambiente.
"El laser (de una longitud de onda específica y cuyas
oscilaciones tienen una orientación geométrica precisa) consigue
rotar los átomos en el material. Este movimiento se asemeja al
de los electrones en un cable conductor en espiral, que genera
un campo magnético", explica Bonetti.
La diferencia está "en el hecho de que en este caso usamos
la luz, y no una corriente aplicada al cable, y que son los
átomos en el interior del material los que giran", añade.
(ANSA).
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"Sacacorchos" de luz láser para computadoras
Más veloces y eficientes, participa Universidad de Venecia