La aldea de Arumá, en
Beruri, municipio situado a 173 kilómetros de Manaus, en el
estado de Amazonas, fue engullida por un corrimiento de tierras.
Así lo anunció el gobernador, Wilson Lima. Un niño murió,
mientras que los bomberos buscan a cuatro personas
desaparecidas. Otras diez personas resultaron heridas y 200
habitantes de la comunidad se han quedado sin hogar.
La aldea de Arumá, "ha desaparecido de los mapas" debido a
un corrimiento de tierras provocado por la erosión, resultado
final de la grave sequía que afecta a la Amazonia, con el
deterioro del suelo y las rocas, afirma el pastor Moisés, de la
Iglesia Universal del Reino de Dios.
"Las casas flotantes, la iglesia, el centro de salud, la
escuela, todo fue engullido. La tierra no paraba de caer. Fue
aterrador", declaró el pastor.
Antes de la devastación, Beruri, como muchos otros pueblos a
lo largo de los ríos amazónicos, tenía un pequeño puerto y una
costa rodeada de edificios de colores.
La sequía afecta a cerca de medio millón de personas, según
el gobierno de Amazonas, donde más de 40 municipios, incluida la
capital, Manaos, han sido declarados en estado de emergencia.
La Secretaría de Estado de Medio Ambiente ha enviado cestas
de alimentos para ayudar a las familias que se han quedado sin
hogar.
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