BEIRUT, 24 (ANSA) - Al menos 400 civiles, la mayor parte de
ellos mujeres y niños, fueron asesinados en Palmira por el grupo
yihadista Estado Islámico, en una nueva masacre por parte de los
fundamentalistas y días después de que tomaran el control de la
ciudad, arrebatándosela a las fuerzas sirias. La noticia de la masacre fue dada por la televisión estatal
siria -información que por ahora no pudo ser confirmada por
fuentes independientes- mientras la agencia de prensa local Sana
añadió que "los terroristas mutilaron los cuerpos, con el
argumento de colaborar con el gobierno y no seguir las órdenes". Hasta ahora las organizaciones para los derechos humanos
habían hablado de cientos de cadáveres de soldados del régimen
por las calles de la ciudad. Las ejecuciones sumarias de civiles fueron confirmadas
también por el gobernador de la provincia de Homs, Talal
Barazi, que habló de "asesinatos en mas cometidos en Palmira". En tanto, el Estado Islámico prohibió a miles de ciudadanos
abandonar la ciudad de Ramadi y a muchos de ellos les robaron
sus posesiones, además de imponer en la ciudad su interpretación
radical de la ley islámica. Las ruinas de esta localidad son uno de los seis sitios
sirios incluidos en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la
Unesco, y también están en su lista de Lugares en Peligro. Situada en un oasis, Palmira fue en los siglos I y II d.C.
uno de los centros culturales más importantes del mundo antiguo
y punto de encuentro de las caravanas en la Ruta de la Seda que
atravesaban el árido desierto del centro de Siria. Antes del inicio de la contienda en el país, en marzo de
2011, sus ruinas eran una de las principales atracciones
turísticas del Estado árabe y de la región. Por su parte el primer ministro sirio, Wael al Halqi, condenó
la "horrible masacre" perpetrada por el EI y responsabilizó de
ella a los "países que apoyan el terrorismo material y
militarmente, principalmente a Arabia Saudita, Catar y Turquía,
así como a algunos países occidentales", añadió la televisión
oficial. Por tal motivo, Al Halqi instó a la comunidad internacional y
a las organizaciones humanitarias a que presionen a "estos
Gobiernos que apoyan el terrorismo". Barazi luego anunció que Damasco está lista a desplegar sus
tropas en el área para preparar un contraataque. Pero no es
claro cuándo. Según la cadena BBC en su portal en Internet también Bagdad
estaría pensando en una contraofensiva después de la caída de
Ramadi, que dista a solo 110 kilómetros de la capital iraquí. Cerca de 3.000 milicianos pro-gubernamentales se dijeron
listos a combatir a los yihadistas después de la caída de la
ciudad. Pero desde los micrófonos de la CNN el secretario de Estado
norteamericano, Ash Carter, resaltó que la toma de Ramadi
demuestra que en las fuerzas iraquíes" falta la voluntad de
combatir". Carter luego destacó que Estados Unidos puede "participar en
la derrota del Estado Islámico pero no pueden hacer de Irak un
lugar decente en el cual vivir... no se puede cantar victoria,
solo lo pueden hacer los iraquíes". Desde Arabia Saudita, el rey Salman definió como "un atroz
acto terrorista" contra el Islam y los valores humanos el ataque
kamikaze a una mezquita chiíta -en suelo saudita- con una
veintena de muertos y prometió sancionar a los responsables de
la tragedia. Pocas horas antes el ministro del Interior de Riad, Nayef bin
Abdelaziz, había confirmado que el atentado fue obra del grupo
yihadista, dos días después de la reivindicación del Estado
Islámico.
LDN-MAC/ACZ
24/05/2015 21:29
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