BUENOS AIRES, 1 (ANSA) - La presidenta argentina Cristina
Fernández afirmó hoy que "hemos desendeudado definitivamente" al
país durante su mandato de ocho años y fustigó duramente al
denominado "Partido Judicial", al que acusó de "impedir que se
gobierne y que se apliquen leyes constitucionales como la Ley de
Medios" mediante "cautelares delibery". Fernández pronosticó que "nunca más" habrá gobiernos que
"tengan que tomar deuda para pagar deuda", durante su último
discurso ante la Asamblea Legislativa, ya que concluirá su
mandato de ocho años el 10 de diciembre. "Yo no dejo un país cómodo para los dirigentes sino para la
gente, dejó un país que será muy incómodo para los dirigentes si
quieren anular los derechos de los últimos años", enfatizó
Fernández, al destacar los avances sociales y laborales de su
gestión. Fernández, durante su extenso discurso de más de tres horas y
media, volvió a apuntar contra los denominados "fondos buitres"
a los que calificó como "chupadores de sangre internacionales". La mandataria se ofuscó cuando dos diputados opositores
colgaron de sus bancas pancartas con referencias al atentado a
la mutual judía AMIA en julio de 1994. "No necesito cárteles... yo puedo ir con carteles al frente
de la AMIA para decir que un ex presidente de la AMIA, Rubén
Beraja, encubridor y vaciador de bancos, está procesado",
estalló Fernández. "La causa AMIA asquea porque fueron 85 víctimas que las
utilizaron de adentro y de afuera con fines políticos, no
podemos seguir manoseando a sus familiares", subrayó Fernández.
La presidenta también dijo que "me llama poderosamente la
atención y nunca pude entender por qué el Estado de Israel
reclama por la AMIA y nunca habla del atentado a la Embajada de
Israel en Buenos Aires" ocurrido en 1992, causa que quedó en
manos de la Corte Suprema de Justicia por ser territorio
extraterritorial. Fernández instó a la Corte Suprema (cuyo presidente Ricardo
Lorenzetti estaba presente entre los invitados especiales) que
informe si hubo avances en esa investigación. También pidió que el ex embajador israelí Itzhak Avirán en
Buenos Aires, "venga a testimoniar personalmente" a la
Argentina. La mandataria también consideró que "los argentinos no saben
odiar y quieren amar al prójimo", durante su discurso de
apertura del 133° período de sesiones ordinarias del Congreso
Nacional de Argentina.
Más de 300.000 personas se concentraron frente la Congreso
Nacional, según fuentes oficiales, convocados por el oficialista
Frente para la Victoria y organizaciones sociales y sindicales,
a modo de respuesta de la reciente movilización opositora que
reunió un número similar de asistentes. La marcha opositora del #18F convocada por un grupo de
fiscales y funcionarios judiciales con el apoyo de partidos
opositores, demandó el esclarecimiento de la muerte del fiscal
Alberto Nisman, a cargo de la investigación del atentado a la
mutual judía AMIA.
La mandataria evitó confrontar directamente con la oposición
-excepto cuando aparecieron los dos carteles de la AMIA- y se
concentró en un profuso balance de su gestión de ocho años. Una de las bancas vacías en el recinto fue la de la diputada
opositora Lilita Carrio que había pronosticado que hoy la
mandataria lanzaría "un autogolpe" durante la Asamblea
Legislativa. La única vez en que Fernández se refirió a un candidato
presidencial opositor (Mauricio Macri) pero sin nombrarlo, fue
cuando anunció la nacionalización de los ferrocarriles antes de
completar su gestión.
Fernández se dirigió directamente al bloque de derecha PRO
ironizando que sin duda apoyará la nacionalización de los
ferrocarriles ya que su líder Macri aseguró recientemente que
comparte "el cien por ciento de los principios justicialistas
(peronistas)", cuyo líder Juan Domingo Perón nacionalizó los
ferrocarriles en 1948.
La mandataria aclaró que "no tengo ningún afán
nacionalizador" sino que la decisión ha sido adoptada para
ahorrar 400 millones de pesos anuales en la gestión operativa de
los ferrocarriles.
Fernández destacó las políticas sociales y laborales
aplicadas durante su gestión y resaltó que muchas comenzaron
durante la presidencia de su marido Néstor Kirchner (2003-2007). "Tuvimos que hacernos cargo de una crisis internacional que
no generamos y la enfrentamos con políticas activas del Estado"
afirmó Fernández.
La mandataria defendió los convenios firmados recientemente
con China y que han sido cuestionados por un sector industrial y
por la oposición, remarcando que "dentro de cinco años China
será la principal potencia económica mundial, si ya no lo es". Fernández comparó que "los alemanes que son inteligentes" han
percibido la importancia del mercado chino y aseguró que la
canciller Angela Merkel casi "una vez al mes" se traslada a
Pekín.
"No se puede ser tan chiquitos de cabeza y de neuronas... que
miedo le tienen a los chinos... sáquense el corset intelectual
que le aplicaron los medios", enfatizó Fernández, en uno de los
tramos de su discurso que levantó temperatura entre los miles
asistentes que compartían el mensaje a través de las pantallas
gigantes ubicadas los alrededores del Congreso Nacional.
La concurrencia oficialista contó con una fuerte presencia
juvenil de los movimientos La Cámpora, Kolina, Unidos y
Organizados, Movimiento Evita, y de columnas sindicales.
AEF/ACZ
01/03/2015 20:47
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