(ANSA) - BRUSELAS, 31 MAR - Bélgica dio hoy un fuerte apretón
de tuercas en su legislación tras los atentados del 22 de marzo
en Bruselas, al anunciar que los ciudadanos que no pertenecen a
la Unión Europea deberán firmar un contrato por el cual quedan
comprometidos a integrarse en la sociedad, respetar sus usos y
costumbres, aprender la lengua y denunciar todo acto que pueda
estar vinculado al terrorismo. Cualquier violación del contrato provocará la expulsión del
país para el infractor, precisa la nueva normativa lanzada por
el gobierno e impulsada por el secretario de Estado para la
Inmigración, Theo Francken, del partido nacionalista
independentista flamenco. El texto de la nueva ley será entregado a quienes deciden
permanecer en el país por más de 30 días, precisaron las
fuentes, indicando que ese documento será difundido en el idioma
original de quien lo reciba. Una vez firmado, el documento compromete al respeto de
valores como la libertad de culto, opinión y orientación sexual,
además de una condena a rajatabla del terrorismo. El texto también vincula a la denuncia de todo acto del que
se tenga conocimiento y que pueda estar relacionado con el
terrorismo. En otros de los tantos frentes críticos que está atravesando
Bélgica tras los atentados del 22 de marzo en Bruselas se
destaca una declaración de la policía aeroportuaria de la
capitl, según la cual en la aeroestación de Zaventem hay al
parecer simpatizantes del Estado Islámico. En Zaventem -uno de los dos blancos, junto al metro de la
estación Maelbeek, de esos atentados- habría por otra parte
"espías" enviados por la organización terrorista hace meses para
poner a prueba la seguridad del lugar. La acusación figura en una carta abierta de la policía a las
autoridades, destacó el sitio web Het Belang Van Limburg.
Serían al menos 50 los simpatizantes del Estado Islámico en
el personal de Zaventem, según la policía que -precisó-
"denunció de manera constante la falta de seguridad, sin que
nadie escuchara". Tales personas eran conocidas porque habían viajado a Siria y
ahora trabajan en la gestión de equipajes, limpieza y tiendas
duty-free, lamentaron los servicios de seguridad. Tras conocerse la advertencia, la policía aeroportuaria
decidió activar sin retraso el preaviso de una huelga, además de
reclamar una reunión inmediata entre los sindicatos y el
ministerio del trabajo. "Las medidas propuestas por la autoridad son insuficientes y
no responden a las expectativas de la policía del aeropuerto",
precisó el sindicato. Los agentes piden por otra parte "más seguridad y personal",
controles de todos los pasajeros antes de ingresar al aeropuerto
y prohibición para todos los vehículos de aparcar a menos de 100
metros de distancia del ingreso del aeropuerto. Las autoridades belgas anunciaron por otro lado que el
aeropuerto está "operativamente listo" para volver a abrir al
tráfico de pasajeros, pero está "a la espera del vía libre
político formal. Hasta el viernes por la noche -fue precisado-
no habrá de todos modos vuelos".
DEG-RIG/ACZ
31/03/2016 20:04
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