Por Ugo Caltagirone
(ANSA) - NUEVA YORK, 7 FEB - Hillary Clinton se juega el
martes en las primarias de New Hampshire una parte importante de
sus chances en la carrera presidencial de Estados Unidos. Lo mismo ocurre por otra parte en el campo republicano, donde
para muchos candidatos el voto en el estado de la "east coast"
podría ser el capítulo final en el camino hacia la "nomination". Los favoritos para imponerse son Bernie Sanders en el campo
demócrata y Donald Trump en el republicano, frente a quien Marco
Rubio parece estar ganando terreno: a diferencia de lo ocurrido
en Iowa, en New Hamshire podría superar al senador
ultra-conservador Ted Cruz. El problema para Rubio es que en el último debate televisivo
entre los candidatos republicanos antes de la cita en estas
primarias no logró brillar y, según los analistas, para el
senador de origen cubano fue incluso el peor debate en directo
hecho hasta ahora. Trump, dio en cambio, la sensación de salir indemne del
encuentro, que regaló de todos modos pocas emociones.
No hay duda alguna que quien está en la cuerda floja es
Hillary.
Tanto es así que vuelven a circular los rumores de una
posible candidatura como independiente del ex alcalde de Nueva
York, Michaal Bloomberg, aunque también podría probar suerte al
estilo "last minute" el secretario de Estado, John Kerry, o el
vicepresidente Joe Biden. Los sondeos en New Hampshire siguen dando claramente ganador
al "socialista" Bernie Sanders, quien de hecho logró "enganchar"
a Hillary también a nivel nacional. Evidentemente la estrategia de Sanders -quien puso el eje de
sus críticas en los millonarios pagos cobrados por Hillary para
participar en eventos y dar discursos- está dando resultado. Las cifras son impresionantes: desde que dejó la secretaría
de Estado en 2013, Hillary cobró 21,6 millones de dólares por
sus intervenciones o presencia en actos, dinero pagado sobre
todo por grandes grupos o bancos.
Estos y otros datos son música para los oídos de Sanders,
quien no se cansa de pregonar una "revolución política"
impulsada desde abajo.
De esta manera Hillary tiene una imagen de la cual no logra
alejarse y que daña por otra parte la gran experiencia que ha
alcanzado en estos años, sobre todo en temas referidos a la
política exterior y la seguridad. Tras la victoria por un estrechísimo margen en Iowa, Hillary
apunta ahora a limitar los daños en New Hampshire, para luego
cobrar fuerza en Carolina del Sur y sucesivamente en los estados
del sur del país en los que los Clinton no tienen problemas
(como por ejemplo Arkansas, del que Bill fue gobernador). Sanders tiene a su vez la esperanza de ganar con comodidad en
New Hampshire e imponerse así como el claro "frontrunner" entre
los demócratas.
CU-RIG/MRZ
07/02/2016 19:09
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