ROMA, 12 (ANSA) - El análisis de los consumos, la pobreza y
el bienestar social, son los temas más estudiados por el escocés
Angus Deaton, quien hoy ganó el premio Nobel de Economía. Entre las conclusiones del economista y profesor de la
Universidad de Princeton figura una, considerada muy
provocadora, sobre el hecho de que las desigualdades son
necesarias para el crecimiento y el desarrollo. Al elegir a Deaton, de 69 años, el panel decidió destacar los
estudios que llevaron a una mejor comprensión de los mecanismos
vinculados a los consumos, y parte de la premisa según la cual
"medir y comprender el consumo es un esfuerzo complejo". En particular, el premio fue conferido por tres "conquistas"
diferentes: la creación de sistemas sobre la demanda, las
conexiones entre consumos y rédito, tanto a nivel micro como
macro, y el estudio de los estándares de vida y pobreza en los
países en vías de desarrollo. La Real Academia Sueca quiso, en otras palabras, premiar un
trabajo que concierne al análisis de cómo los consumidores
dividen el gasto entre distintos bienes, cuánto gastan y cuánto
ahorran. "Conectando decisiones individuales con resultados
colectivos, su investigación ayudó a transformar los campos de
la microeconomía, macroeconomía y las teorías del desarrollo",
explicó la Real Academia de Suecia de las Ciencias. Uno de sus más recientes, y controvertidos, estudios lleva
como nombre "La gran fuga: salud, bienestar y los orígenes de la
desigualdad". Deaton incursiona en el campo de las ciencias sociales para
investigar en qué medida el crecimiento y el desarrollo están
vinculados al grado de desigualdad. El catedrático afirma que las políticas de redistribución
pueden frenar "la fuga" de la pobreza a partir del hecho que "en
línea de principio" las desigualdades económicas son las que
constituyen el motor del crecimiento. Otro estudio conocido del flamante Nobel es el que se inspiró
al popular dicho "el dinero no hace la felicidad", trabajo que
llevó a cabo junto con otro Nobel, Daniel Kahneman. Tras analizar los resultados del sondeo "Well being index"
realizado entre 450 mil estadounidenses en el período 2008-2009,
ambos economistas llegaron a la conclusión que si la felicidad
aumenta al mismo ritmo que la renta, se llega de todos modos al
umbral "del bienestar promedio" (indicada en los 75 mil dólares)
más allá del cual la calidad de vida no se percibe como mejor. "Dar a la gente más dinero por encima de los 75 mil dólares
no mejora mucho el humor cotidiano, aunque permite de todos
modos la sensación de tener éxito en la vida", afirman los dos
expertos.
Una de las características fundamentales de Deaton es que sus
estudios son "aplicables" de manera concreta, destacó Mats
Person, uno de los miembros del comité Nobel, al recordar que
con sus investigaciones sobre el sistema de la demanda el
economista escocés logró comprender el impacto que las medidas
políticas tienen sobre los consumidores. "Si por ejemplo un gobierno cambia el IVA sobre los
alimentos, gracias a los estudios de Deaton es posible ver el
impacto de esta medida sobre los consumos y las repercusiones
que tendrá sobre los alimentos y otros productos", indicó
Person. Deaton tiene entonces un enfoque muy pragmático que resulta
fundamental tras el shock provocado por la última larga crisis
económica. En otras palabras, logró acercar la teoría económica
al "hacer" de la política. Nacido en Edimburgo en 1945, Deaton es profesor de Economía y
Asuntos Internacionales en la Woodrow Wilson School of Public
and International Affairs (WWS) y en el Departamento de Economía
de Princeton. Estudió en el Fettes College de Edimburgo, y luego
en la Universidad de Cambridge, donde fue investigador bajo la
guía de Richard Stone y Terry Barker en el departamento de
Economía Aplicada.
También enseñó Econometría en Bristol para luego pasar a la
Universidad de Princeton, en 1983.
CAR-AGR/MRZ
12/10/2015 23:49
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