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 HECHOS DEL DIA
Japón y Chile ilustran sobre tsunamis

El paso del tsunami en Chile en 2010 Por Margarita Bastías
SANTIAGO DE CHILE, 12 (ANSA) - Expertos chilenos y japoneses traspasarán experiencia en tsunamis al resto de los países suramericanos convirtiendo a Chile en plataforma para entregar el conocimiento acumulado. Chile es reconocido en la comunidad internacional por la capacidad de respuesta de su población ante terremotos y tsunamis, y Japón cuenta con sistemas de alerta y gran conocimiento. Para la sub representante en Chile de la Agencia de Cooperación Internacional Japonesa (JICA), Toshimi Kobayashi, "Chile y Japón somos países de terremotos y tsunamis, los que se generan en Chile llegan a Japón". Además recordó que en su país está marcada aún la altura de la ola del terremoto que sacudió a Chile en 1960 de 9,0 grados de magnitud, el más grande de la historia. "Queremos continuar fortaleciendo las capacidades de Chile y la riqueza que se obtiene con el intercambio de conocimiento que se genera cuando un profesional japonés trabaja con uno chileno. Ese capital queremos traspasarlo a América Latina a través de la Capacitación Sudamérica en Chile", anunció. Tras las catástrofes en Chile (2010) y Japón (2011), se firmó un acuerdo específico para estudiar los tsunamis y lograr material útiles que ayuden a la comunidad mundial a enfrentar y sobreponerse a estos desastres naturales.
    Durante cuatro años, expertos de universidades de ambos países ejecutaron el proyecto "Mejoramiento tecnológico para desarrollar una comunidad con resiliencia a tsunamis" (Satreps) creado por la JICA y la Agencia de Ciencia y Tecnología Japonesa.
    En 1958 viajó el primer chileno becado a especializarse a Japón y se mantuvo una constante cooperación. Pero, tras el megaterremoto de 2010, llegaron muchos investigadores japoneses a estudiar lo ocurrido en la zona central y sur del país. "La experiencia ganada nos permite actuar mucho más rápido y ya tenemos respuestas que después hay que cotejar con la comunidad científica", comentó Rodrigo Cienfuegos, director técnico del programa Satreps Tsunami.
    En el terremoto reciente del 16 de septiembre en Illapel-Coquimbo, "fuimos capaces de discutir con los investigadores de Japón esa misma noche", subrayó.
    El Sistema Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa) aprendió la lección de hace cinco años, y adoptó de inmediato el dato sísmico del Tsunamis Pacific Warrent Center de Estados Unidos que alertó de un sismo, aún subestimado, de 7,9 grados Richter. El centro sismológico local calculó 7,2 Richter. "Si el Shoa hubiese tomado el dato local, se habría producido lo mismo del año 2010 y habría dicho que no había tsunami mientras la gente veía que llegaban las olas", recordó.
    Satreps tomó el dato de Estados Unidos e hizo varias combinaciones de simulaciones basadas en el modelo japonés. "Con el primer dato sísmico se puede hacer una estimación de la altura de las olas", señaló el ingeniero hidráulico de la Universidad Católica.
    Añadió que en el futuro quieren llegar a "una alerta sectorizada". No se puede generar una alerta de tsunami en el extremo austral de Punta Arenas cuando el evento sísmico es en el norte, graficó, pues "genera un miedo innecesario y una falta de confianza, ya que evacúas y no pasa nada". Del terremoto de Illapel contó que pese a los 8,5 grados, "fue bastante menor, pero el tsunami fue instantáneo". En las zonas costeras entre Tongoy y Los Vilos, las personas contaron que "hubo una primera inundación antes de que terminara el terremoto", explicó. Después se retiró el mar y vino la inundación importante, "pero estamos hablando de algo muy rápido, antes de los 10 minutos", agregó Cienfuegos.
    Toshimi acotó que en su país un sistema de alerta temprana avisa por televisión con tres minutos de anticipación: "Hay diferentes ondas sísmicas, y una llega antes que empiece a moverse la tierra, al captarse se sabe más menos en qué lugar podría haber un terremoto, y eso es lo que se informa", precisó.
    Ante una consulta de ANSA, Cienfuegos aclaró que el conocimiento científico decía que los tsunamis pueden llegar antes de los 15 minutos, y eso era lo que se sabía antes de 2010. "Ahora vimos que puede llegar antes, lo que refuerza la importancia de la participación ciudadana", precisó, y menciona algunos desafíos. Los autos, "se ha visto que el uso de vehículos para la evacuación puede ser perjudicial"; Luz fotovoltaica para mantener iluminadas las zonas de evacuación; Zonas seguras, que se conocen, "pero falta análisis cuando hay mucha gente, donde se van a derivar. Hemos hecho mucho en la respuesta inmediata, pero hay que mirar lo de prepararse antes y lo que pasa después", dijo el experto.
    Las rutas instintivas que los propios lugareños tienen para evacuar; Formación de líderes, "definirlos bien, en la evacuación se produce mucho eso de seguir a alguien", completó. MBA/MRZ

12/10/2015 22:01


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