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BUENOS AIRES, 3 (ANSA) - El juvenil Sebastián Driussi surgió
hoy como posible sorpresa de River Plate para la final de Copa
Libertadores ante Tigres, de México, en un colmado Estadio
Monumental, el miércoles próximo en Buenos Aires.
Driussi, de 19 años, que ni siquiera fue suplente en el
empate 0-0 de la ida, sería el elegido por el DT Marcelo
Gallardo, que suele sorprender con sus alineaciones, para
acompañar a Lucas Alario, fichaje de apenas 22 años.
Estudioso de los rivales y analítico de las variantes que le
dan sus hombres, como lo define hoy Olé, Gallardo elegiría así
un ataque juvenil e inexperto y mantendría en cambio en la banca
a dos veteranos como Javier Saviola y Fernando Cavenaghi.
River sufrió en la ida las bajas por lesiones de los
uruguayos Rodrigo Mora, goleador del equipo, y Tabaré Viudez,
que fueron reemplazados en Monterrey por Nicolás Bertolo y
"Pity" Martínez, éste último ahora en competencia con Driussi, a
quien una lesión relegó del último Mundial Sub20.
Hábil en el mano a mano y también para el roce físico,
Driussi enviaría a Martínez otra vez a la banca, junto con
Saviola y Cavenaghi, éste último mejor goleador de River en el
último semestre, con 11 tantos, e ídolo de la hinchada.
Cavenaghi estuvo a punto de irse de River un mes atrás y,
tras la partida del colombiano Teo Gutiérrez, quedó otra vez de
suplente ante el arribo de Alario, pero sigue haciendo goles
cuando entra, especialmente en el torneo local.
Gallardo quiere delanteros que también colaboren en defensa
bloqueando la salida rival, lo que los juveniles Alario y
Driussi estarían con más chances de hacer que Saviola-Cavenaghi,
ambos con más olfato de gol, pero menos movilidad.
Cavenaghi hizo su primer gol oficial en River en la Copa
Libertadores de 2001, mientras que Saviola, de 33 años, y que
debutó en la Primera a los 17, retornó al club tras largos años
en Europa, pero sin el nivel de antes.
Tigres, en tanto, arribó hoy a Buenos Aires para jugar el
miércoles a partir de las 22 locales (01 GMT del jueves) en un
Monumental que estará colmado por 62.000 personas, casi todas de
River, según el acuerdo entre ambos clubes.
Por eso, antes de tomar el vuelo directo rumbo a Buenos
Aires, el plantel vivió una multitudinaria despedida de sus
aficionados, que llenaron los pasillos del aeropuerto de
Monterrey y se hicieron sentir con banderas, bombos, cánticos y
un mensaje: "El Monumental no pesa".
"Increíble el apoyo, incomparable", escribió el delantero
francés André Gignac, acostumbrado a una hinchada popular y
colorida como la de Olympique de Marsella, pero emocionado por
el gesto de los fanáticos.
También agradecieron la despedida, en mensajes en redes
sociales, otros jugadores claves del equipo, como el uruguayo
Egidio Arévalo Ríos y el arquero argentino Nahuel Guzmán, entre
otros.
"Los estadios no juegan", afirmó días atrás Ricardo "Tuca"
Ferreti, DT brasileño de Tigres, el equipo propiedad de la
poderosa cementera Cemex, que buscará darle al fútbol mexicano
la primera Copa Libertadores de su historia.
River, en cambio, fue dos veces campeón de la Libertadores,
en 1986 y 1996.
EFM/ACZ
03/08/2015 18:48
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