Por Mónica Uriel
MADRID, 26 (ANSA)- La corrupción hundió en las elecciones
locales de este domingo al Partido Popular (PP) en uno de sus
feudos, Valencia, cuyos gobiernos pasarán a manos de alianzas de
izquierdas. Estos comicios pusieron fin a seis mandatos consecutivos de
la alcaldesa del PP Rita Barberá, de 66 años, los cinco últimos
reelegida con mayoría absoluta. En el gobierno regional valenciano, la Generalitat, las
elecciones terminaron con 20 años de gobiernos del PP, el último
encabezado por Alberto Fabra, que tenía mayoría absoluta. Alianzas de izquierdas entre Compromís, nuevo partido que
denunció con fuerza la corrupción, socialistas y Podemos, podrán
gobernar en las dos instituciones. A Barberá se le escuchó el alcance de la derrota cuando la
noche electoral, tras conocerse el escrutinio, dijo a un
compañero "Qué hostia, qué hostia", en referencia a la debacle
electoral de su partido. El PP perdió en el parlamento valenciano casi la mitad de los
votos que había obtenido en 2011 -del 49% de los sufragios pasó
al 26%-, lo que impide a Fabra seguir gobernando. El socialista Ximo Puig, con 23 diputados, y la líder de
Compromís, Mònica Oltra, con 19, pueden llegar a un acuerdo para
gobernar, aunque de momento ambos aspiran a ser presidentes.
La llave del acuerdo la tiene Podemos, con 13 diputados, cuyo
voto es necesario para la investidura. Compromìs arrebató a los socialistas la segunda posición en
el ayuntamiento de Valencia y su candidato, Joan Ribó, podría
ser el nuevo alcalde con el apoyo del PSOE y Podemos. Oltra, de 45 años, portavoz de Compromìs, es diputada desde
2007 en las cortes valencianas, donde ha tenido duros
enfrentamientos con diputados del PP por sus denuncias de los
casos de corrupción. La noche electoral Barberá anunció que buscaría un "acuerdo
de estado" con el que "hacer frente al radicalismo". A esa hora cerca de un millar de personas celebraba en la
plaza del ayuntamiento el fin de su mandato. Barberá podría renunciar a recoger su acta de concejal y no
ejercer la oposición. Estas son las primeras elecciones en las que el PP ha sido
castigado en las urnas por los continuos casos de corrupción que
han involucrado a Barberá, así como a Fabra y a su predecesor,
Francisco Camps. Compromìs denunció ante la justicia el escándalo llamado
"Rita Leaks": Barberá gastó 278.000 euros en conceptos de
representación, entre ellos una noche en un hotel de Madrid por
561 euros o un alquiler de un coche en Londres con conductor por
casi 5.000 euros. Fabra por su parte fue imputado por presuntos delitos de
prevaricación, tráfico de influencias y falsificación de
documento público en 2003, cuando era concejal de urbanismo en
el ayuntamiento de Castellón.
Camps, quien presidió la Generalitat entre 2003 y 2011, fue
imputado en 2009 por el mayor caso de corrupción que ha afectado
al PP, el caso Gürtel.
Fue imputado por un delito de cohecho por una supuesta
aceptación de dádiva al aceptar unos trajes de marca valorados
en 12.000 euros. Tras dimitir como presidente de la Generalitat, en 2011 se
celebró el juicio contra él y fue absuelto de los cargos en
2012. El PP también perdió las alcaldías de Alicante y Castellón,
ambas salpicadas por escándalos urbanísticos.
UR/MRZ
26/05/2015 19:19
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