MILAN, 26 (ANSA)- El artista y crítico italiano Ernesto
Solari presentó en Milán el libro donde asegura que Leonardo da
Vinci también era escultor y exhibió al público por primera vez
la cabeza ("Testicciola") de terracota que representa a un
joven y que en su opinión es obra del genio florentino. Aludiendo a la exposición sobre el artista que se realiza
en ocasión de la Expo Milán 2015, Solari afirmó que "en estos
días hay mucha atención sobre Leonardo en Milán, pero la única
nueva obra leonardiana está aquí". La obra fue mostrada al público en fotografía hace un año,
pero se exhibió en Milán por primera vez en ocasión de la
publicación del libro "La testicciola di terra",
publicado por Colibrí Ediciones. El libro apunta a demostrar punto por punto por qué la cabeza
de terracota es obra de Leonardo. "Estudiosos como Kemp, Villata
o Paolucci no tienen el coraje de declarar la paternidad
leonardiana y entonces lo atribuyen a la escuela de Verrocchio",
dijo el estudioso. Solari cita tres exámenes de termoluminiscencia efectuados
en los laboratorios Arcadia de Milán, Art-Diagnostics de Pisa y
TecnArt de Turín, según los cuales la obra podría fecharse los
años "a caballo" entre el siglo XV y XVI, en coincidencia con
los años que Leonardo pasó en Milán. Esta datación probaría la lectura del crítico, que considera
como sujeto al modelo y alumno de Leonardo Salai, imaginado a
modo de nuevo Antínoo, y como destino de uso de la cabeza
el laboratorio milanés del artista, a partir del agujero
de la parte superior presuntamente usado para colgarla. Otra prueba estilística sería la presencia de bucles que un
párrafo de Giorgio Vasari atribuye a Salai, pero para Solari la
prueba determinante es el estilema del "puer et senex": en
efecto el rostro parece retomar con particular eficacia
la proverbian ambigüedad de los rostros leonardianos,
felices de un lado y serios del otro. Esta característica se encuentra en un testimonio del pintor
y tratadista de arte Giovanni Paolo Lomazzo, que en 1584 habló
de "una cabeza de tierra de Cristo joven captado por Leonardo
precisamente en esa expresión tan típicamente leonardiana". "Hasta ahora el pasaje se atribuyó al Cristo Gallandt, otra
obra de la que no quiero negar la paternidad leonardiana -dijo
Solari- pero ese Cristo no es joven, y la obra no es una
cabeza sino un busto". Estas pruebas convencen cada vez más de la autenticidad de la
cabeza de terracota a su propietario, Giovanni Nicodano, que
hace seis años la compró a un anticuario en París por sólo
6.000 euros y ahora reveló haber recibido una oferta
por diez millones. "Pero si fuera un Verrocchio sería demasiado, si fuera un
Leonardo sería poco", afirmó Solari. Más allá del hallazgo de una nueva obra de Leonardo, la
cuestión de la terracota tiene un preciso interés histórico y
artístico: "Muchas fuentes, entre ellas el interesado directo,
nos dicen que Leonardo fue escultor-modelador además de pintor,
pero, dónde terminaron todas sus estatuas?". Solari ya causó polémica hace un año al anunciar sus estudios
sobre la cabeza pero también sobre otro dibujo atribuible a
Leonardo.
En particular la escultura "podría constituir
la materialización de una particular sensibilidad del
artista hacia la ambiguedad, que se halla en muchas
de sus obras reconocidas, como la Gioconda", sostiene el
experto.
ADG-ADG/ACZ
26/04/2015 16:46
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