Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 26 (ANSA)- La inclusión del Ejército y la
Marina a la estrategia contra el crimen organizado lanzada en
diciembre de 2006 por el entonces presidente Felipe Calderón
atizó la violencia en México, en lugar de reducirla, según el
análisis minuciosos de datos estadístico. Aunque se da como un hecho la relación de causa-efecto en
torno a este tema, en realidad no había pasado de ser una mera
hipótesis de trabajo, hasta que un estudio publicado por The
American Statician, órgano oficial de la Asociación Mexicana de
Estadística, mostró evidencia entre los dos hechos. La investigación, realizada por Valeria Espinosa y Donald B.
Rubin, del Departamento de Estadística de la Universidad de
Harvard, señala que la estrategia de Calderón provocaron un
aumento promedio de casi 11 homicidios por cada 100 mil
habitantes en las regiones estudiadas. La muestra del estudio incluye, entre otras, a algunas de las
ciudades más azotadas por la violencia, sobre todo de la
frontera norte, con Estados Unidos, como Tijuana, Nogales,
Madera, Juárez, pero también zonas "calientes" y volátiles del
sur, como Apatzingán, en el estado de Michoacán y el centro
veraniego de Acapulco, entre otras. El estudio se enfoca en el análisis de corto plazo, es decir,
en lo que pasó el año siguiente a la llegada de las tropas, por
lo cual todavía no se puede establecer como un hecho
incontrovertible la relación de causa-efecto entre ofensiva
militar y violencia. "Se podría argumentar que la gente que tomó la decisión de
mandar a las fuerzas armadas no está pensado a un año, está
pensando a largo plazo y esa pregunta el estudio no la
responde", dijo Espinosa. El estudio, titulado "Acaso las intervenciones militares en
la guerra contra el narcotráfico en México aumentaron la
violencia?", afirma que hubo regiones que no mostraron un
aumento en homicidios, como Apatzingán, pero en la mayoría de la
tasa de asesinatos subió. "La intervención militar rompe las estructuras de poder y
quita poder a la policía local, que pudo tener arreglos con los
con narcotraficantes", señaló la investigadora mexicana en una
entrevista con el matutino Milenio. Ciudad Juárez, una de las más golpeadas por la violencia, en
la frontera con Estados Unidos, en el estado norteño de
Chihuahua, fue escenario del mayor incremento en la tasa de
homicidios con 86 por cada 100 mil habitantes, más del doble que
cualquier otra región en el estudio. Los expertos ubicaron 218 municipios con intervención
militar, pertenecientes a 18 regiones, y compararon las tasas de
homicidio con aquellos sin presencia del Ejército. El estudio servirá a los funcionarios que toman las
decisiones en México para tratar de estimar y evaluar con "mucha
mayor precisión cuál fue el efecto de la decisión que ya se tomó
y decidir si continúan con esa estrategia o pueden cambiarla",
indicó. En un artículo publicado en la revista Nexos en diciembre del
2012, el experto en temas criminales Eduardo Guerrero llegó a la
conclusión de que "la política de seguridad del gobierno federal
tuvo efectos importantes" en el aumento de los delitos en el
país. El propio ex presidente Vicente Fox (2000-2006), que le
entregó la estafeta a Calderón, consideró en septiembre pasado
que "fue un error sacar al Ejército" a las calles, lo cual
también constituyó "una violación flagrante de los derechos
humanos".
Sin embargo, expertos admiten también que Calderón actuó
movido por un clamor de diversos sectores, incluidos empresarios
y gobernadores, para que enfrentara con toda la fuerza del
Estado a la criminalidad.
La espiral violenta arroja más de 125.000 muertes, al menos
22.000 desaparecidos y unos 280.000 desplazados, en estos ocho
años aciagos que han teñido de rojo el mapa de México.
MRM-ADG/ACZ
26/04/2015 16:22
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