Por Nina Fabrizio
CIUDAD DEL VATICANO, 31 (ANSA)- Los médicos del Papa están
preocupados por la vida sedentaria y la dieta de Francisco, que
le causó un aumento de peso desde que asumió el Pontificado hace
dos años empeorando su ciática. Según supo ANSA, los profesionales que siguen de cerca la
salud del Papa apuntan a su estilo de vida y sus costumbres
alimenticias, que deberían ser modificadas sobre todo en razón
de la necesidad de frenar el aumento de peso en el cual recayó
desde su llegada al Vaticano.
Este aumento de peso incide negativamente sobre una molestia
de la cual sufre mucho, la ciática. Los médicos insisten con el "indisciplinado", como él mismo
se definió, papa Bergoglio, para que camine más durante el día,
se dedique al paseo cotidiano que no hace nunca y que a su edad
en cambio es altamente recomendable. En ésto debería seguir el
ejemplo del papa emérito Benedicto XVI que lo hace todos los
días. Los médicos le piden que no transcurra jornadas enteras
sedentarias como está haciendo en estos días en el cual está
concentrado en la revisión de la encíclica sobre lo Creado. Los médicos quisieran un mayor control del peso para no
agravar la situación determinada por la ciática, también con una
dieta más rígida que prevé comer pasta sólo dos veces por
semana.
Pero también aquí parece que Francisco no escucha las
indicaciones que le son sugeridas, prefiriendo un plato de
spaghettis casi todos los días. La salud del Papa es motivo de preocupación. Francisco afirmó
hace unas semanas una frase que encendió la alarma: "tengo la
sensación que mi pontificado será breve. Cuatro o cinco años. No
lo sé, o dos o tres. Dos ya pasaron. Es como una sensación un
poco vaga. Tengo la sensación que Dios me puso aquí por una cosa
breve, nada más...Es una sensación". Estas frase pronunciada por Jorge Bergoglio hace dos semanas
en una larga entrevista para la televisión mexicana Televisa,
concedida en el segundo aniversario de su pontificado, además de
haber tenido una gran resonancia mediática por la previsión de
un papado breve, desencadenó fuera y dentro los Sacros Palacios
una serie de conjeturas, hipótesis, interrogantes, pero también
alarmas sobre la salud del Papa. Muchos se preguntaron por qué
Francisco habla así?. Está mal y por ésto insinúa la "sensación"
de un pontificado que podría terminar pronto?. El argumento también en los días sucesivos fue tema central
en las conversaciones más allá de los muros leoninos, pero
aparte de estados transitorios de cansancio debidos a ritmos
frenéticos y a los numerosos compromisos como admitió el mismo
Bergoglio, por ejemplo durante la visita a Nápoles (un 'tour de
force' de más de 10 horas con seis discursos y muchísimos
encuentros) la salud del Papa sería buena considerando incluso
la edad, 78 años, y los problemas de salud juvenil con las
complicaciones en un pulmón.
PK/MRZ
31/03/2015 19:00
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