Por Francesca Scorcucchi
LOS ANGELES, 9 (ANSA)- Sam Smith, un joven artista británico
de 22 años, hace un año totalmente desconocido para el gran
público, fue el gran ganador de la 57a. edición de los
premios Grammy, los "Oscar de la música" entregados anoche en
Los Angeles. Con el tema "Stay with me" (Quédate conmigo) y su álbum "In
the Lonely Hour", Smith se llevó los premios a la mejor canción,
mejor grabación, mejor nuevo artista y mejor álbum pop vocal. El joven intérprete británico superó a rivales como Coldplay,
Miley Cyrus, Ariana Grande, Katy Perry y Ed Sheeran. Antes de Smith, ya desde el comienzo del show Madonna había
dado la nota: sobre la alfombra roja se levantó la falda y
mostró las nalgas a los fotógrafos, como siempre forjadas por
años de ininterrumpido ejercicio físico. Luego, sobre el escenario la "reina del pop" cantó "Living
for Love", con bailarines, coro y video. Pero Smith no fue el único celebrado de la noche: Beck ganó
sorpresivamente el Grammy al mejor álbum del año con "Morning
Phase", un disco que obtuvo también el premio al mejor álbum
rock, imponiéndose ante monstruos sagrados como U2, Ryan
Adams, Tom Petty y Black Keys. Tres premios fueron para Beyoncé, considerada como mejor
performance R&B, mejor canción R&B con "Drunk in Love" y mejor
álbum "surround sound" (sonido envolvente) por el homónimo
"Beyoncé". Así la intérprete suma 20 Grammys en su carrera y 53
nominaciones, que la convierten en la mujer más nominada en la
historia del premio. Tres premios tuvo también Pharrel Williams, con su "Happy",
que ganó como mejor video musical y mejor "pop solo performance
live", mientras G I R L ganó el premio por el mejor álbum
"urban contemporary".
Williams, Beyoncé y Smith eran los tres músicos con mayor
cantidad de candidaturas en esta edición, seis por cabeza. Por su parte Sia, la cantante australiana a quien no le gusta
mostrar el rostro (en esta ocasión oculto por una inmensa peluca
blanca) y Katy Perry fueron las grandes decepcionadas de esta
edición: ningún premio para ellas, pese a sus numerosos
éxitos del año. La ceremonia se mostró más bien sobria, presentada por el
rapero y actor LL Cool J, que se encarga de los Grammy desde
hace algunos años.
Muchas fueron las presentaciones de calidad, a menudo
emotivas: Katy Perry cantó "By the Grace of God" tras el
testimonio de una víctima de violencias domésticas, mientras
Beyoncè cerró el espectáculo con "Take My Hand Precious
Lord", mientras en el fondo los bailarines mantenían las manos
levantadas en gesto de rendición. Tres horas y media antes, habían abierto la velada los
indómitos AC/DC.
El grupo australiano cantó su nueva canción, "Rock or Bust",
y uno de sus caballitos de batalla de los años 80, "Highway to
Hell".
Memorable también la performance de Lady Gaga, en dueto
con el crooner Tony Bennett para el clásico "Cheek to Cheek",
mientras Paul McCartney tocó con Rihanna y Kanye West, y Annie
Lennox de Eurythmics cantó "Take Me to Church" con Hozier.
GDC/ACZ
09/02/2015 17:02
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