Por Patrizio Nissirio
ATENAS, 26 (ANSA)- Los ciudadanos de Atenas, que celebraron
el domingo el triunfo de Alexis Tsipras, volvieron hoy a la vida
de todos los días -teñida de problemas económicos y la escasez
de trabajo- con una actitud expectante sobre los límites que
impondrá la realidad a las promesas electorales. En la calle Ermou, corazón comercial ateniense, también
signado por la crisis, muchos caminan con más o menos prisa al
terminar la mañana.
Pero algunos se animan a comentar el estado de ánimo del "día
después: "Veamos qué hace. No es que le hayamos dado un cheque
en blanco", dijo una mujer. "Ahora tendrá que mantener las promesas. En caso contrario
será igual que los demás, que en cada elección prometían que
todo cambiaría y en cambio seguía todo igual. Incluso
empeoraba", agregó. Un anciano de aire enojado se acerca y comenta casi a los
gritos: "¡Será exactamente como todos los otros! Una vez que
llegan allí sólo piensan en enriquecerse, nada de cambios. Pero
esta vez la gente tomará los bastones". Más moderado Fotis, un estudiante de Economía, comentó: "Voté
a Syriza, cierto, ¿por qué otro debía votar? ¿quien dejó así a
Grecia? Yo francamente no pienso en Europa, en la deuda, en
todas las cosas que nos repiten desde hace años". "Yo los voté porque quería que este país cambiara, aunque sea
poco. No tengo realmente ganas de emigrar como hicieron ya
muchos de mis amigos. Yo quiero vivir aquí, pero es cada vez más
difícil", subrayó. Por su parte Fay, de unos 40 años, trabaja "en la
comunicación" y votó por el nuevo partido de Yorgos Papandreu,
que no entró en el parlamento, y ya está informada de la alianza
con el partido populista de derecha Griegos Independientes. "Me parece una locura, es un pésimo inicio. Comprendo la
necesidad de hallar un aliado, pero ¿justamente ese? Estoy de
acuerdo sólo en el final del Memorándum, ¿pero el resto? Quiero
decir, a la primera cuestión social o sobre la inmigración,
volverán a discutir furiosamente", afirmó. "(Panos) Kammenos (líder de Griegos Independientes, NDR) es
un medio bandido, sin ninguna cultura o interés verdadero en la
política. Para mí, dentro de seis meses volvemos a votar. Y
Syriza terminará mal", agregó. Mientras tanto, otro pregunta a los periodistas de un canal
de televisión francés qué piensan ellos, cómo terminará todo. La
euforia de la votación, definitivamente, dio paso a las
preocupaciones.
NS/MRZ
26/01/2015 18:32
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