Por Luana De Micco
PARIS, 27 (ANSA) - Respirar el aire de París en un día de
fuerte contaminación provoca los mismos daños que respirar
pasivamente el humo del cigarrillo. Según un estudio del Centro Nacional de Investigación (CNRS),
las calles de la capital francesa los días en que el aire se
satura de polvos sutiles son comparables con una habitación
de 20 metros cuadrados donde están encerrados ocho
fumadores con el cigarrillo encendido. El informe, alarmante, se basa en los análisis de la calidad
del aire en los últimos 18 meses en París. El informe reveló que cada vez que un parisiense respira
inhala 100.000 polvos sutiles u ultrasutiles (los más dañinos
para la salud). Polvos que la Organización Mundial de la Salud (OMS)
clasificó en 2012 como cancerígenos y favorecedores del asma y
las enfermedades cardiovasculares. Por ellos, siempre según la OMS, mueren más de dos millones
de personas cada año, sobre los siete millones de decesos
vinculados a la contaminación global del aire. "Los datos confirman la gravedad de la situación y la
necesidad de una acción fuerte", comentó a Le Monde el asesor
ecologista Christophe Najdovki.
El marzo impactaron las imágenes de la Torre Eiffel envuelta
en una gruesa capa de smog. El municipio en ese momento puso a
disposición en forma gratuita el transporte público y las
bicicletas de alquiler, redujo los límites de velocidad
en algunas calles y desvió los vehículos pesados
sobre recorridos alternativos. También terminó por ceder a las presiones de los ecologistas
e implementó por primera vez un dispositivo de patentes
alternadas. Si aquel episodio fue particularmente mediático, el tope de
contaminación en la capital -que pasó más bien en silencio- se
registró en realidad el 13 de diciembre de 2013. Ese día, a las 18.00 en punto, en el cielo de París había
seis millones de polvos sutiles por litro de aire, un número 30
veces superior al umbral considerado normal. A principios de 2015 los Verdes presentarán en el consejo
municipal un plan anticontaminación que prevé la creación de
zonas de baja emisión, y sobre todo el fin del diésel para
2020. Actualmente Francia, a quien Europa reprende a menudo porque
los valores límite de los agentes contaminantes en el aire no
son respetados, es el país con el parque de autos diésel más
consistente del mundo (61 por ciento del total de vehículos
circulantes).
Y3K-BA/ACZ
27/11/2014 19:06
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