Por Beniamino Natale
PEKIN, 30 (ANSA)- El esperado y temido "baby boom" previsto
tras un año de suavización de la "ley sobre el hijo único" en
China quedó en la nada: sólo 700.000 de las 11 millones de
parejas que tenían ese derecho pidieron la autorización, que fue
otorgada a 620.000. Según Lu Jiehua, un profesor de Demografía en la Universidad
de Pekín consultado por el diario China Daily, el fenómeno se
debe a "un cambio en el modo de concebir la reproducción, en
particular en las áreas urbanas". Cuando en noviembre de 2013 se anunció el alivio a la ley,
los expertos chinos sostuvieron que provocaría al menos dos
millones de nacimientos en doce meses. Pero el boom económico de los últimos 20 años, el aumento de
la población urbana y el deseo femenino de buscar realización en
el trabajo llevaron a un resultado distinto. En casi todas las parejas jóvenes chinas que viven en las
ciudades trabajan tanto el marido como la esposa, también debido
al continuo aumento de los precios de las viviendas. A menudo
los hijos son confiados a los abuelos o a guarderías infantiles,
también cada vez más costosas. El profesor Lu recordó que son estas parejas, las que
pertenecen a la clase media urbana, las interesadas en el alivio
de la ley, que prevé excepciones para las minorías étnicas y los
residentes rurales si el primer hijo es una mujer. Excepciones aparte, la ley fue aplicada con mano de hierro.
Abortos forzosos, amenazas y en algunos casos la tortura fueron
usados por los funcionarios locales, llamados por el gobierno
central a respetar rígidamente los cupos de nacimientos
asignados. Según la estructura piramidal de la sociedad china, cada
nivel superior demandaba al inferior la tarea de aplicar las
rígidas directivas centrales: la responsabilidad así recaía
finalmente sobre los brazos locales del Partido Comunista, que
usaron todos los medios para hacerlas respetar. La denuncia de abusos ligados a la imposición de la ley del
hijo único en su ciudad natal -Linyi, en la provincia oriental
de Shandong- llevó al activista ciego Chen Guangcheng a prisión
en 2006. A continuación Chen fue protagonista de una dramática trama
de su arresto domiciliario y de una crisis diplomática
internacional, al cabo de la cual se le permitió partir a
Estados Unidos, donde vive todavía. La ley del hijo único, tal vez la más impopular de China,
llevó al envejecimiento de la población y, unida a la
tradicional preferencia por los hijos varones, a un grave
desequilibrio entre los sexos. Las autoridades la defienden, afirmando que es uno de los
factores que permitió el crecimiento económico de los últimos
años, conteniendo en límites aceptables el crecimiento
demográfico. Según el censo de 2010, la población de China es de 1.360
millones de personas. Actualmente es el país más populoso del
mundo, pero se prevé que en 2050 cederá ese récord a la India.
NT-GDC/ACZ
30/10/2014 17:11
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