Por Aurora Bergamini
PARIS, 20 (ANSA)- La polémica se adueñó de Francia luego de
que el coro de la Opera de París, durante una representación de
la Traviata de Giuseppe Verdi, amenazara con no seguir cantando
en protesta contra una mujer sentada en primera fila que llevaba
puesto el velo islámico integral. El Ministerio de Cultura debió volver a emitir una nota para
recordar a los museos y teatros nacionales las disposiciones de
la ley francesa que prohíben portar el burga o el nigab en
lugares públicos, para evitar que se repita el episodio. El incidente de la Opera ocurrió el 3 de octubre. La mujer
cuestionada estaba detrás del director de la orquesta, con un
velo claro que le cubría el cabello, boca y nariz y dejaba
descubiertos sólo los ojos. "Fui avisado de lo sucedido durante el intervalo entre el
primer y segundo acto", explicó el vicedirector de la Opera
parisina, Jean-Philippe Thiellay. "Algunos miembros del coro me comunicaron que no pensaban
cantar si no había una solución. Es la primera vez que sucede". Un miembro de la seguridad le recordó a la mujer y a su
acompañante, ambos turistas de un país del Golfo, las
disposiciones francesas sobre la prohibición de llevar el velo
islámico en los lugares públicos, pidiéndole a la interesada que
se descubra el rostro o deje la sala. La pareja, que parecía ignorar la existencia de la ley,
decidió irse "sin crear problemas" y ni siquiera pedir la
devolución de la entrada, que, según el sitio de la Opera de
París, costaba 231 euros cada una. Votado el 11 de octubre de 2010, el texto denominado
anti-burga prevé que "en los lugares públicos nadie puede llevar
prendas que cubran el rostro" como máscaras, pasamontañas, o
velo islámico integral, so pena de una multa de 150 euros y un
curso de educación cívica. El foulard que no cubre el rostro está admitido. Por lugares públicos se entienden, por ejemplo, calles,
transporte público, negocios, museos, cines, teatros,
bibliotecas, escuelas, oficinas postales, hospitales,
tribunales. Esta ley se diferencia de aquella de 2004 que prohíbe en
cambio la exhibición de signos religiosos en la escuela primaria
y secundaria, pero no en las universidades y otros institutos
superiores. "Consideramos útil, dijo el Ministerio de Cultura, informar
sobre el derecho del conjunto de las instituciones que dependen
del Ministerio para hacer respetar la ley, armonizar las
reacciones y prevenir las dificultades". En tanto, la dirección de la Opera de París instruyó a sus
empleados a que apliquen los controles en la entrada. Recientemente han levantado polémicas otros episodios
similares: una estudiante de la Universidad Sorbona de París
había sido expulsada de un curso, injustamente, porque llevaba
el foulard. Un alcalde de derecha le había impedido a dos madres con el
velo islámico no integral participar en su comuna de una acto
veraniega al estilo Paris Plage. Mientras, la eurodiputada de centro-derecha, Nadine Morano,
ya conocida por declaraciones controvertidas sobre la religión
islámica, había levantado polvareda en las redes sociales por
haberle pedido a una mujer que se saque el burga en una estación
de tren.
Y5K-GIT/ACZ
20/10/2014 19:21
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