NUEVA YORK, 9 (ANSA)- La violencia doméstica, sobre todo
contra mujeres y niños, causa más muertes en el planeta que las
guerras y cuesta a la economía mundial cerca de 8 billones de
dólares al año, según un estudio difundido hoy sobre un flagelo
que suele pasar desapercibido o ignorado. El informe, encargado por el Consenso Copenhague, el
laboratorio de ideas del sociólogo danés Bjorn Londborg, instó a
Naciones Unidas a prestar atención al abuso doméstico que de
hecho es probable que se pase por alto frente a los conflictos
armados, desde Siria a Irak, como el de Ucrania. "Por cada muerto civil sobre un campo de batalla, nueve
personas pierden la vida en disputas interpersonales", calculó
Anke Hoeffler de la Universidad de Oxford y James Fearon de la
Universidad de Stanford, los autores del reporte. Según los expertos, todos los tipos de violencia global,
desde disputas domésticas hasta guerras, cuestan cerca de 9,5
billones de dólares por año, principalmente en producción
económica perdida y el equivalente al 11,2% del Producto Interno
Bruto (PIB) mundial. En los últimos años, cerca de 20-25 países sufrieron guerras
civiles, devastando a muchas economías locales a un costo
cercano a los 170.000 millones de dólares anuales. Los homicidios, principalmente entre hombres no vinculados a
disputas domésticas, costaron en cambio 650.000 millones de
dólares. Pero esas cifras empalidecen ante el costo anual de 8
billones de dólares de la violencia doméstica, en su mayoría
contra mujeres y niños. Basado en costos estimados, que van desde lesiones hasta
servicios de asistencia infantil, el estudio consideró que el
abuso no fatal de niños borró el 1,9% del PIB en países de renta
elevada y hasta el 19% del PIB en el Africa subsahariana, donde
la disciplina severa era habitual. Según el estudio, basado en datos del Fondo de Naciones
Unidas para la Infancia (UNICEF), cerca de 290 millones de niños
sufren una violenta disciplina en sus casas. Para Lomborg, la violencia doméstica ocurre a menudo del
mismo modo que los accidentes automovilísticos, que matan más,
pero llaman menos la atención que los desastres aéreos. "No queremos solo decir que tenemos un gran problema",
explicó, para luego invitar a "encontrar soluciones
inteligentes". El estudio busca ayudar a Naciones Unidas a diseñar objetivos
para el 2030 para suceder a los Objetivos de Desarrollo del
Milenio que vencen en 2015 y que incluían reducir la pobreza y
mejorar las provisiones de agua. Los nuevos objetivos, se sugiere en el trabajo, podrían
incluir poner fin a las golpizas severas como forma de
disciplina para los niños, por ejemplo, o reducir la violencia
doméstica contra las mujeres. (ANSA).
BN-ADG/MRZ
09/09/2014 19:57
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