Por Francisco Forteza
LA HABANA 21 (ANSA)- Una institución especializada advirtió
hoy que las tormentas eléctricas aumentan de abril a noviembre
en Cuba, un aviso que busca atenuar la indiferencia con la cual
los cubanos mas jóvenes "tratan" a los peligrosos rayos.
"En nuestro país se producen anualmente por lo menos 60
fallecimientos de personas por los efectos del rayo, sin
conocerse la cantidad de lesionados", divulgó Reniel Suárez,
especialista del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), en
entrevista con la Agencia Nacional de Información (AIN).
Suárez agregó que en este país del Caribe las "centellas",
como también son llamadas aquí las descargas eléctricas, causan
5,9 muertes por millón de habitantes, mientras que en esa lista
en el área Panamá ocupa la segunda posición con 4,9, seguida de
Perú con 2,3 y Colombia con 1,6.
La advertencia del experto de la entidad, que está
subordinada al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente, probablemente está relacionada con la indiferencia con
la cual las "jóvenes generaciones" asumen las tormentas
eléctricas.
Una crónica radial reciente criticó que mucha gente no suele,
por ejemplo, salir del mar en estos meses de vacaciones de
verano boreal "cuando truena". "Ojalá que me parta un rayo", una exclamación que hace
décadas usaban muchos cubanos cuando enfrentaban un problema que
pareciera sin solución, está ahora en desuso. Paradójicamente no
hay ningún "dicho" popular que se ocupe actualmente y de manera
particular de los rayos.
"No creo que me pueda pasar nada", explicó Pedro Ruiz,
estudiante de 18 años de edad a ANSA. "Nunca he visto a nadie
afectado por un rayo", agregó. Su breve y parcial experiencia al
respecto lo lleva a "arreglar la antena del televisor en la
azotea cuando está tronando" o permanecer, como tantos, en el
mar, bajo la tormenta. Es además una escena común en ciertas calles de barrios
populosos en La Habana ver a adolescentes e incluso niños
"bañándose en el aguacero" mientras los rayos suenan.
El experto Suárez dijo que "la alta densidad de descargas
eléctricas por kilómetro cuadrado, así como el nivel de
desconocimiento e información de cómo mitigar y manejar la
ocurrencia de este fenómeno atmosférico", son elementos
importantes e ignorados que causan tragedias. Subrayó que "en su trayectoria un rayo alcanza temperaturas
superiores a 27 mil grados centígrados y se propaga a 340 metros
por segundo, por lo que su intensidad o corriente en
miliamperios (mA) provocan efectos sobre el cuerpo humano".
Recordó que un miliamperio, es 1/1000 de un amperio, o sea la
milésima parte de esta unidad de medida de la corriente
eléctrica. Hasta 1mA es imperceptible a las personas y más de 500 mA
existe la posibilidad de fibrilación y aumento de la parálisis
de centros nerviosos y quemaduras internas, aclaró el
especialista. "Estamos en total desventaja ante los rayos",
expuso.
Mirta Hernández, ama de casa de 76 años de edad, dijo que "ni
los pararrayos son efectivos" cuando "las centellas comienzan a
caer". Por ello, recurre, dice, a "trucos", como no andar
descalza y si es posible pasar la tormenta "acostada en la
cama". Pero su método preferido es "rezar" a su santo favorito. "Eso
resultó infalible hasta ahora", estimó
BY2/ACZ
21/08/2014 20:18
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