Por Marcos Romero
CIUDAD DE MEXICO, 25 (ANSA)- Ecologistas mexicanos alertaron
hoy sobre los riesgos para el medio ambiente del "fracking", la
nueva técnica de explotación de petróleo alojado en cuevas
subterráneas, previsto en la reforma energética aprobada por el
Congreso mexicano. "Con independencia de que se expropien o se renten, las
tierras destinadas a la explotación de hidrocarburos mediante la
técnica del fracking quedarán totalmente dañadas e inutilizables
luego de que se agoten los recursos del subsuelo", advirtió la
activista Nathalie Seguin. La coordinadora de la Red Mexicana de Acción por el Agua y
fundadora de la Alianza Mexicana contra el Fracking, afirmó que
los daños que esta técnica provoca en el entorno van desde "la
contaminación irreversible del agua utilizada, la destrucción
del paisaje y la polución del aire". Por lo tanto, consideró que esta modalidad "no debe regularse
en México, sino prohibirse". El fracking consiste en perforar pozos de al menos 5.000
metros de profundidad e inyectar agua a alta presión con una
mezcla de químicos para fracturar las rocas, a fin de forzar la
salida de petróleo y gas llamado "shale", de esquisto o de
lutita. En total se emplean entre 9 y 29 millones de litros de agua
por pozo al año, lo que preocupa a los ambientalistas, sobre
todo en zonas semiáridas y desérticas del norte del país donde
el agua es un líquido muy escaso. El problema radica también en que, tras ser empleada, el agua
debe confinarse pues queda muy contaminada y no se puede
purificar, lo que genera el riesgo de que contamine mantos
acuíferos o cuerpos de agua superficiales. Las sustancias que se mezclan, unas 600, se desconocen porque
están protegidas por el secreto industrial, pero los expertos
afirman que son "muy tóxicas y volátiles".
Según la activista, lo que se sabe es que 75% de estas
sustancias dañan la piel, los ojos, el sistema respiratorio, 37%
perjudica el cerebro, el sistema cardiovascular y los riñones, y
25% causa cáncer. Las comisiones de Energía y Medio Ambiente de la Comunidad
Europea han reconocido el derecho de sus Estados miembros a
decidir si explotan el gas de esquisto, pero han advertido que
en la perforación "se necesita precaución y reglas estrictas
para evitar dañar el medio ambiente". Algunos países de la Unión Europea como Austria, Alemania,
Holanda, Suecia y Reino Unido, permiten prospecciones y se
preparan para comenzar a extraer. En Polonia ya se está
extrayendo, y estados como Francia, Bulgaria y República Checa
han suspendido los planes por el riesgo ambiental. En Estados Unidos la explotación mediante el fracking es un
éxito y ha pasado de representar el 1% de la producción
doméstica en 2000, al 20% en 2010, lo que permitiría al país
exportar crudo por primera vez. Pero las denuncias sobre contaminación derivada de esta
técnica han sido desmentidas por algunos funcionarios y
expertos. "La extracción de gas shale mediante 'fracking' no acabará
con el agua potable del Estado ni tendrá un efecto nocivo para
el medio ambiente", afirma Vladimir Sosa, subsecretario de
Energía del estado norteño de Nuevo León. "En Estados Unidos, a partir del desarrollo del gas shale, se
redujeron las emisiones de bióxido de carbono a la atmósfera",
expuso el funcionario al indicar que, en comparación con el
combustóleo y el diesel, el gas shale emite entre un 68 y 72%
menos bióxido de carbono al medio ambiente, respectivamente. Lisa Jackson, responsable de la Agencia de Protección
Ambiental de Estados Unidos, asegura que "no existe ninguna
prueba de que el proceso de fracking haya afectado al agua". A manera de consuelo, Micke Paque, Mike Paque, director
ejecutivo del Ground Water Protection Council, de Estados
Unidos, afirma que "la mayoría de los elementos tóxicos de los
lodos recuperados tras el fracking ya están presentes en el agua
original de la mezcla".
MRM/MRZ
25/06/2014 21:12
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