Por Teodoro Díaz
TEGUCIGALPA, 22 (ANSA) - El nuevo gobierno de Honduras, que
tomará posesión en enero, está ansioso por lograr un acuerdo
económico con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en los
primeros meses del próximo año, para recibir mayores flujos de
financiamiento internacional. Antes de que concluya su mandato, el 27 de enero de 2014, el
presidente Porfirio Lobo impulsa en el Congreso Nacional una
serie de medidas económicas impopulares que allanen el camino al
presidente electo, Juan Orlando Hernández, para suscribir un
nuevo acuerdo con el FMI. Lobo y Hernández acordaron que las nuevas medidas económicas
sean aprobadas por los actuales diputados del Congreso Nacional,
cuya mayoría son del gobernante Partido Nacional, dado que en el
próximo gobierno el parlamento difícilmente las aprobará porque
es probable que esté controlado por la oposición. El último acuerdo económico que Honduras suscribió con el FMI
expiró el 31 de marzo de 2012 y no fue renovado en la
administración de Lobo por el incumplimiento de las metas
económicas.
La firma de una carta de intenciones con el FMI será uno de
los principales desafíos del nuevo gobierno en los primeros seis
meses, para acceder a financiamiento barato en apoyo al
presupuesto, según los empresarios. El director del Consejo Hondureño de la Empresa Privada
(Cohep), Armando Urtecho, afirmó que el sector privado no sabe
nada sobre la propuesta económica del nuevo gobierno. "Creo que si todos nos vamos a socar la faja se debe decir la
verdad y es necesario que informen cómo se reciben las finanzas
del gobierno, porque no se pueden exigir resultados mientras no
se dice la verdad de cómo están las condiciones del gobierno"
indicó.
Alden Rivera, miembro de la comisión de transición, omunicó a
los empresarios que las nuevas medidas que serán aprobadas por
el Congreso antes de que finalice el presente año incluyen el
aumento de impuestos y reducción de gasto público, porque el
presidente Lobo "le garantizó al presidente electo Hernández que
dejará el país en condiciones económicas más saludables".
Para reducir el déficit fiscal, el Congreso Nacional inició
el viernes la discusión para aumentar el impuesto sobre ventas
del 12% al 15%. También se pretende aprobar la ley de racionalización de las
exoneraciones fiscales, para aumentar los ingresos en
aproximadamente 400 millones de dólares a partir de 2014. El viceministro de Finanzas, Carlos Borjas, informó que Lobo
dejará la administración con un déficit fiscal de 6% del
Producto Interno Bruto (PIB, estimado en alrededor de 20.000
millones de dólares en 2013), pero el subcoordinador del Foro
Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), Raf Flores,
dijo que el déficit fiscal podría ascender a un 8%.
Otro de los problemas que deberá enfrentar el nuevo gobierno
es el excesivo endeudamiento público, estimado en unos 8.000
millones de dólares, equivalente al 42,5% del PIB.
El presidente del Colegio Hondureño de Economistas, Roldán
Duarte, afirmó que ese saldo de deuda es insostenible y el nuevo
gobierno "enfrentará un severo problema financiero".
El secretario de Finanzas, Wilfredo Cerrato, dijo que él
integró una misión que viajó la semana pasada a Washington para
negociar con el FMI "las bases para lograr un rápido acuerdo en
el primer semestre del próximo año". Anunció que en febrero del próximo año llegará a Honduras una
misión técnica del FMI para sostener una serie de reuniones con
las autoridades económicas y el nuevo presidente, y se espera
firmar un nuevo acuerdo en abril.
YY3-FM/ACZ
22/12/2013 17:48
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